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Lo primero que necesitamos para transportar en nuestro  coche de ocasión alguna mercancía en un remolque es saber cuánto pesa esa mercancía. En función del peso de la carga y del tipo de remolque nos hará falta uno u otro permiso de conducir ¿Sabes cuánto pesa tu carga?

En principio, el carné B, que es el que solemos tener todos, permite cargar un remolque ligero, de hasta 750 kg, que no tiene que llevar frenos, aunque sí enganche de matrícula, luces de freno e intermitentes.

Para remolcar entre 750 kg y 3.500 kg es necesario que el remolque tenga freno, esté matriculado y cuente con un seguro y, si no quieres quitarte otro permiso de conducir, tu coche y el remolque cargado no podrán superar los 3.500 kg. Si tienes un vehículo como una furgoneta que ya pese los 3.500 kg por sí solo, este límite se amplia a 4.250 kg. Tanto el gancho como el propio remolque deben haber pasado una homologación y también es necesario que el gancho permita transportar el peso que quieres arrastrar.

Si necesitas superar estos límites debes obtener primero el carné B+E. Para este permiso deberás realizar un examen teórico, otro de maniobras en circuito cerrado y finalmente uno de conducción en circuito abierto. Con este carné podrás transportar remolques de hasta 3.500 kg.

Recuerda que transportar un remolque sin seguir estas normas puede suponer una multa de hasta 600 euros, con la consiguiente retirada de puntos. Evita los enganches artesanales, las cuerdas y demás “inventos” porque son muy peligrosos y puedes causar un accidente. Asegúrate también de señalizar la mercancía si sobresale y de cumplir el resto de las normas de tráfico, como la limitación de velocidad máxima a 90 km/h para este tipo de vehículos. Conduce con el extra de precaución que supone tener un vehículo mucho más pesado y ten en cuenta que tu distancia de frenado será mayor ¿Todo listo?