Pasamos por fechas en las que el tiempo se ha vuelto un poco loco. Llueve, hace sol, hace frío, luego calor…Y es que ya se sabe lo que dice el famoso dicho popular “hasta el 40 de mayo, no te quites el sayo”. Hay que ser prevenidos porque también es una época en la que al pasar de todo, pueden ocurrir toda clase de siniestros con nuestro coche y entonces ¿cómo reclamamos al seguro? ¿Lo cubre?
Si eres de los que tiene el coche asegurado a todo riesgo…¡enhorabuena! Puedes dejar de leer ya que estás cubierto pero para aquellos que tienen el seguro a terceros, la cosa pinta de otra manera. Por regla general, los seguros no cubren ningún fenómeno natural excepto que lo hayas contratado de forma específica. ¿Quién se encarga de sufragar los derrames producidos por algunos fenómenos de la naturaleza como las inundaciones, terremotos o erupciones volcánicas? El Consorcio de Compensación de Seguros. Pero lo que no cubre son los daños derivados de la lluvia sobre el coche por ejemplo, el granizo o la caída de forma accidental de un árbol sobre nuestro coche.
Si has abonado el cargo correspondiente por daños de fenómenos naturales, debes presentar la siguiente documentación para reclamar:
– Solicitud de indemnización por daños materiales.
– Presentar copia del DNI.
– Presentar copia de las condiciones generales y particulares de tu póliza.
– Acreditar los datos con fotos, presupuesto de reparación y cualquier otro documento que corrobore la catástrofe.
Una vez validada toda la información y documentación por parte del Consorcio, se pondrán en contacto contigo para establecer una cita con un perito que pueda verificar que todo está correcto y especificar una forma de pago. En el caso de que el coste de la reparación sea muy elevado, es posible que el Consorcio declare el vehículo como siniestro total y entonces indemnizarte con el valor venal.