Siempre que hablamos de radares de tráfico surge el mismo dilema ¿seguridad o ánimo recaudador? ¿Cuál es el motivo que prevalece a la hora de instalar estos dispositivos? En la calle, la sensación general es la de que los radares (sobre todo los móviles) se colocan semiescondidos con el fin de “pillar” a conductores despistados. Y es normal, porque al fin al cabo son pocas las personas a las que todavía no les ha pillado un radar a una velocidad superior a la permitida por simple descuido.
Sin embargo, tampoco podemos obviar que los accidentes producidos por imprudencias como el exceso de velocidad se llevan año tras año numerosas víctimas y que los radares no son más que una de las soluciones propuestas por la DGT. En zonas en las que las curvas son peligrosas o en las que la velocidad de la vía es reducida, los radares ayudan a que los conductores respeten las señales y reducen considerablemente los accidentes de tráfico.
Las denuncias por exceso de velocidad aumentaron el pasado 2015 en todas las comunidades autónomas exceptuando Canarias y Valencia (se exceptúan de la estadística Cataluña y País Vasco por tener un organismo de tráfico distinto).
En el último ranking elaborado para 2015 descubrimos los radares que más multan en España. En primer lugar destaca el dispositivo madrileño instalado en el kilómetro 18,2 de la A-6 que aumentó en 7.000 la cifra de infractores “pillados” respecto al año anterior, subiéndose al podio de los recaudadores con, oni más ni menos que 68.616 multas durante el año. En un bien merecido segundo puesto está , con una cifra de casi 10.000 multas menos. un radar malagueño, situado en el kilómetro 128,7 de la A-45 y para terminar volvemos a Madrid, esta vez en la Ap-6, kilómetro 49,2 que cierra el podio con unas 50.000 denuncias en 2015.
Y tú, a la vista de las cifras de multas y del número de accidentes provocados por exceso de velocidad ¿ves necesarios los radares? ¿o simplemente recaudatorios?