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Antes de iniciar ese deseado viaje de Semana Santa conviene tomar nota de varios consejos generales para disfrutar de la conducción, especialmente si la ruta va a ser larga.

• Antes del viaje.

Cuida tu alimentación y tu descanso. Antes y durante el viaje lo más recomendable es tomar platos ligeros, nutritivos y de fácil digestión. Una mala alimentación puede provocar debilidad, cansancio y somnolencia, lo que aumenta el riesgo de accidente de tráfico. Y ojo al consumo de bebidas, siempre sin alcohol. Tampoco debemos descuidar nuestro descanso para prestar toda nuestra atención en la carretera.

Define bien la ruta que vas a tomar. Es importante programar con antelación cuál es la ruta que vas a realizar, hoy en día gracias a los navegadores podemos centrarnos en la conducción recibiendo las indicaciones hasta llegar a nuestro destino. En caso de que el navegador “se vuelva loco”, no desesperes, para el coche tranquilamente en un lugar habilitado y lo reprogramas. 

La norma del asiento del conductor. Para adoptar una posición ergonómica tendrás que asegurarte que el asiento del conductor sigue la siguiente norma: 25 cm entre el pecho y el volante (espacio que hay que dejar para que se despliegue el airbag), poner el reposacabezas a la misma altura que tu cabeza y agarrar el volante con los brazos ligeramente flexionados y las manos apuntando a “las dos menos diez”.

Cinturón ¡listo! Sillitas para los niños ¡listas! A la hora de realizar un viaje es importante utilizar todos los sistemas de seguridad, incluso en los viajes cortos. Si viajas con niños es muy importante llevar la silla homologada que se adecue al peso y talla del pequeño. Si tienes dudas puedes visitar el siguiente enlace donde puedes consultar los tipos de sillas infantiles que puedes usar.

Lo que no debe faltar en la guantera y el maletero. Toma nota de los detalles que debes llevar: permiso de conducir, documentación del vehículo (seguro en vigor y con recibo de pago, ITV al día, permiso de circulación y ficha técnica), gafas de sol, mínimo un chaleco reflectante, dos triángulos de señalización, un gato de coche y una rueda de recambio. Si vas a viajar a la nieve o pasar por alguna carretera con riesgo de nevada, te recomendamos que lleves cadenas, mantas y alimentos energéticos.
Recordad que ya no es obligatorio llevar un juego de bombillas de recambio.

Puesta a punto del vehículo. Conviene revisar el estado de conservación y la presión de inflado de los neumáticos, los niveles de aceite, líquido refrigerante, agua de la batería o líquido de frenos y el estado de la rueda de recambio.

• Durante el viaje. 

Cuida y mima al conductor. Para ser un copiloto de primera no debes distraer al conductor, evita discusiones antes y durante el viaje. Una situación de estrés o un impacto emocional pueden disminuir la atención del conductor hacia la carretera. Siempre actitud tranquila al volante. Evita la fatiga, como picor de ojos, parpadeo constante, dolor muscular o falta de concentración. Cada dos horas es recomendable realizar una parada de 10 minutos.

Cuida y mima a los acompañantes. En días soleados, las ventanas del automóvil aumentan el calor del sol, por ello para evitar una posible insolación o quemadura hay que colocar parasoles en las ventas y mantener fresco el ambiente. En caso de que algún pasajero sufra un mareo hay que bajar la ventana o parar el coche para que pueda coger aire. Muy importante mirar por la ventana, en lugar de fijar la mirada en objetos del vehículo o mismo prestando atención al móvil.