¿Eres de los que aprovecha hasta el último rayo de sol del verano? ¡Malas noticias! El otoño y con él el viento, las lluvias y las tormentas han venido para quedarse. Este es el mes de cambiar de vestuario y rescatar el paraguas, pero no olvides que, al igual que tú, tu coche también ha de estar preparado para el cambio de estación.
Las lluvias y el viento son causantes de numerosos accidentes a lo largo del año. Cuando llueve, sobre todo con las primeras gotas, la suciedad de la carretera brota a la superficie y con ella aceites que reducen la adherencia en tu coche. Por otro lado, el viento también dificulta la conducción y además deposita residuos en la calzada que ponen en peligro a los conductores. Estas situaciones muchas veces no son evitables, es por eso que la mejor solución es poner cuanto antes tu coche a punto, ya sabes, ¡mejor prevenir que curar!
Para poner tu coche a punto para este otoño debes comenzar por revisar los neumáticos, las escobillas y las luces.
Neumáticos a punto
Antes de comenzar la estación de las lluvias es conveniente que revises la profundidad de tus ruedas ¿todavía tienes el mínimo de 1,6 mm exigido por ley? Si no es así este es un buen momento para cambiarlas. También te recomendamos que, según en la zona en la que vivas, cambies tus neumáticos por unos de invierno o bien introduzcas cadenas en el coche por si te sorprenden las primeras nevadas ¡nunca se sabe!
Escobillas, las grandes olvidadas
Solo te acuerdas de las escobillas cuando empieza a llover, las activas y ¡Pfff! ¡No veo nada! Durante el verano, tus escobillas se secan y acumulan residuos, con la llegada de las lluvias no solemos acordarnos de revisarlas y cuando estás conduciendo y caen las primeras gotas nos llenan todo el parabrisas de suciedad, imagina lo peligroso que es que esto te suceda, por ejemplo, en autovía. Revisar las escobillas tras el verano te ahorrará disgustos y es que, además, deberían cambiarse como máximo cada dos años ¿lo sabías?
Las luces, esenciales
Aunque te parezca una tontería es muy importante que revises todas las luces de tu vehículo: intermitentes, cruce, luces largas… Ver y que te vean es indispensable en carretera, además, circular con un foco fundido puede conllevar hasta 200 euros de multa.
Además de estos tres elementos te recomendamos revisar los frenos, la batería, el aceite, el líquido refrigerante e incluso la luneta trasera. Tu coche ha sufrido el calor y después de estos meses debes asegurarte de que todo marcha como debería.
Ya lo tienes todo listo, ¡el otoño es tuyo!