Tienes que coger el coche pero ¿nadie quiere ir contigo? ¿Te pitan mucho al volante? ¿Crees que eres un buen conductor? Te contamos algunas razones por las que puede que no conduzcas tan bien como piensas…
- No usas los intermitentes. ¿Te has dado cuenta? Pues es una norma básica para conducir correctamente y avisar a los demás conductores para que puedan adaptar su conducción.
- ¿Qué ocurre con la distancia de seguridad? No puedes ir pegado a dos centímetros del coche que tienes delante y es recomendable que procures que el coche que va detrás de ti también lo cumpla.
- O muy lento o muy rápido, pero no tienes término medio. O eres demasiado precavido y vas muy despacio o por el contrario piensas que estás compitiendo en un circuito de Fórmula 1. Cuida la velocidad, es fundamental para tu seguridad y la de los demás.
- Los espejos retrovisores existen con lo que ¡no los olvides! Úsalos para cambiar de carril y evitarás sustos innecesarios.
- Deja de vivir en el carril izquierdo porque además podrían multarte. Utilízalo exclusivamente para adelantamientos y vuelve siempre al derecho.
- El coche no es un basurero. Una limpieza constante sería un súper punto a tu favor (por el bien también de los pasajeros).
- No necesitas una calle entera para aparcar. Puedes intentar practicar el aparcamiento para mejorar.
- Pasas de las rotondas. Muy mal. Las rotondas se abandonan por el carril exterior y haciendo uso del intermitente.
- No utilices el arcén en los atascos. Si los demás conductores esperan, ¿por qué tú no? Respeta las normas de circulación.
- La calle no es propiedad tuya. Existen peatones, hay bordillos y plazas para discapacitados. Piensa también en los demás.
Llegados a este punto, ¿sigues pensando que eres buen conductor? 😉