Si tienes pensando vender tu coche, sabrás lo importante que es cuidar y tener en cuenta hasta el mínimo detalle. Una vez que tienes el vehículo técnicamente a punto, ahora solo queda mostrar su mejor cara a los futuros compradores. Tranquilo, no es necesario ser fotográfo ni manejar photoshop para conseguir las mejores instantáneas de tu coche. Con seguir una serie de pautas básicas y sacarlo del garaje para limpiarlo es más que suficiente.
El plano es importante, pero aquí la creatividad queda bastante limitada. Basta con fotografiar desde una altura diferente a la habitual. Funcionan muy bien las tomadas a ras de suelo y las que se realizan desde una altura superior. Haz fotos generales de los laterales y de las partes traseras y delanteras, poniendo el foco en los detalles. Es importante que el posible comprador observe al máximo el estado de la tapicería, las luces, el techo, los asientos, las llantas y las ruedas. La calidad y la imagen de las fotografías, obviamente, son aspectos que deberás tener en cuenta. Si puedes evitar usar el teléfono, mejor. Captura lo que quieras que vean, pero sin manipular la realidad, ya que antes o después se acabará descubriendo.
Si tienes alguna pegatina adornando la carrocería, es preferible que la omitas en las fotos, a diferencia de la de la ITV, que puede servir para mostrarle al futuro comprador el buen estado y la puesta en marcha de tu vehículo.
Puede parecer una obviedad, pero no es lo más aconsejable escoger un día lluvioso de invierno para hacer las fotografías. El amanecer y atardecer son las mejores ocasiones y cuanto mayor sea la luz natural, mejor.
Siguiendo estos consejos, probablemente no consigas un resultado final de anuncio ni de revista, pero tendrás una imagen del vehículo con la que te será mucho más fácil conseguir su venta.