Nos llevan a todas partes y pocas veces se lo agradecemos de la manera que se merecen. ¿Sabes cómo medir la presión de los neumáticos de tu coche? ¿Los llevas en condiciones óptimas? ¿Conoces la presión que necesitan las ruedas de tu coche?
Las ruedas de un coche pierden presión por diferentes motivos como son las pequeñas fugas que pueden sufrir a través del tapón de la válvula o por poros que pueden producirse por su uso habitual.
Cuando circulamos con una presión inferior a la necesaria los neumáticos tienden a desgastarse más por los flancos de la rodadura. Además, el agarre de la rueda se verá mermado y las irregularidades del asfalto afectarán más a las suspensiones del vehículo. Por otra parte, el rendimiento bajará. Puesto que, las ruedas dejan de responder de la manera adecuada. De este modo, necesitaremos una distancia de frenada mayor y tendremos más posibilidades de sufrir aquaplaning. Otras consecuencias de llevar los neumáticos con presión insuficiente, son el aumento de consumo del vehículo y la disminución de la vida útil del neumático.
Como norma general, debemos revisar la presión de las ruedas del coche una vez al mes y antes de emprender un viaje largo con el coche. Además, por si somos despistados, algunos de los coches más modernos ya incluyen un chivato en el panel de luces que nos alerta cuando la presión de nuestros neumáticos no es correcta. ¿Cómo hacerlo correctamente?
1. Localiza la tabla de presión para saber la que necesitan tus neumáticos. Esta información suele estar en forma de pegatina en el canto de la puerta o en la tapa del depósito de combustible y en el manual del vehículo.
2. Una vez que conocemos los niveles de presión que necesitan nuestras ruedas, debemos elegir dónde medir la presión de las mismas. La medición requiere que los neumáticos se encuentren en frío. Es decir, que necesitamos localizar una gasolinera a menos de 4 kilómetros de nuestro garaje para evitar que los neumáticos cojan temperatura durante el desplazamiento. También es interesante contar con medidor de presión propio si no se dispone de un área de servicio cercana. Además, el estado de conservación de los manómetros de las gasolineras puede no ser el más adecuado porque es utilizado por muchos conductores cada día y se encuentran a la intemperie. Estos factores pueden influir en el resultado de la medición.
3. Recuerda adaptar la presión a la carga que lleves en el vehículo normalmente.
4. No olvides que la rueda de repuesto también debe contener la misma presión.
5. Las válvulas deben estar correctamente cerradas con el tapón correspondiente.
Si circulas habitualmente con la presión correcta los neumáticos de tu coche tardarán más en estropearse por su uso habitual y otros factores que aceleran el deterioro de los neumáticos.
Para finalizar es importante que sepas que no solo se trata de una cuestión de consumos, que influye en los costes de nuestro vehículo, sino que llevar los neumáticos con la presión adecuada interviene directamente en nuestra seguridad al volante. Por ello, es fundamental medir la presión de los neumáticos periódicamente, al menos, una vez al mes y siempre antes de iniciar un viaje largo, ¡solo nos llevará 5 minutos! Y, puede ahorrarnos más de un susto.