El 20% de los coches que pasan la Inspección técnica de vehículos (ITV) cada año no la superan a la primera. El factor más determinante a tener en cuenta para conocer las probabilidades de que un coche no apruebe es su antigüedad.
Cuantos más años tenga, la probabilidad de que falle algunos de los exámenes aumenta. Por tramos de antigüedad, un coche de menos de cinco años tiene un 8% de posibilidades de ser rechazado en la ITV. Para los vehículos entre cinco y 10 años la probabilidad aumenta hasta el 14% de los casos. El 20% de los coches de entre 10 y 15 años no pasa la ITV a la primera. Por último, los coches que tienen más de 15 años las probabilidades de no pasar la inspección superan la media y llegan hasta el 23% de los casos.
Los errores más comunes están relacionados con el alumbrado, los neumáticos, los frenos y las emisiones contaminantes del vehículo. Según el informe elaborado por la empresa alemana de inspección de vehículos, Dekra.
El problema más común detectado por los inspectores de ITV son los fallos en el sistema de alumbrado del vehículo. Luces fundidas, lámparas descentradas… Pueden suponer una falta leve y contribuyen a las faltas graves en el 45% de los casos, pues son por este motivo.
En segundo lugar, se encuentran las faltas por problemas en los neumáticos. Es importante revisar su presión y desgaste habitualmente, ya no para pasar la revisión a la primera, sino para evitar accidentes graves.
Los fallos en los frenos son la tercera causa de una valoración desfavorable al pasar la inspección técnica. En este caso, no está vinculado directamente con la antigüedad del vehículo. Aunque es necesario cuidar los hábitos al volante para descartar contingencias.
Por último, otro motivo que causa muchos de los rechazos en la revisión es la medición de las emisiones contaminantes del coche. Este es el caso que más directamente se relaciona con la edad del vehículo. Sin embargo, cabe añadir que los niveles que debe alcanzar un coche antiguo son los vigentes para sus características.