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Una nueva concepción de la ingeniería automovilística ha visto la luz con el nuevo Volvo XC90. Desde que la marca china Geely comprara la carismática Volvo en 2010 a su anterior propietaria, Ford, uno de sus objetivos ha sido revolucionar la industria apuntando una tecnología impecable e innovadora no solo en cuanto a prestaciones. De esta manera, se ha avanzado para optimizar la producción de vehículos con la garantía de Volvo y con una tecnología acorde con los nuevos tiempos. Así, el concepto de diseño modular pretende conseguir que Volvo alcance los puestos más altos en el mercado de vehículos Premium en materia tecnológica y de seguridad. Por otro lado, el objetivo de esta original forma de trabajar es conseguir reducir el tiempo para desarrollar nuevos modelos, con lo que se espera que en cinco años puedan ser lanzados al mercado en la mitad del tiempo que se necesita en la actualidad.

Para ello, la nueva perspectiva de diseño, la arquitectura SPA (Scalable Product Architecture), consiste en desarrollar los prototipos a partir de un chasis común, cuyo diseño permite múltiples variaciones en cuanto a su configuración técnica con el fin de adaptarse a las diferentes carrocerías de cada gama. De esta manera, cada modelo partiría del mismo punto con lo que se logra un ahorro en tiempo e inversión económica, al no tener que buscar una base única para cada modelo. El planteamiento se repite para las motorizaciones, sirviéndose de una gama exclusiva de motores de cuatro cilindros VEA (Volvo Engine Architecture) en diesel y gasolina, siendo además sus propulsores híbridos de 400 CV que pueden adaptarse a los requerimientos de berlinas, modelos deportivos o tracción total. La idea, pues, resulta muy básica: jugar con la infinidad de variantes incorporándolas a los elementos comunes: eje central y motores.

 El Volvo XC90 incluye también elementos innovadores en la práctica totalidad de su composición, por lo que se ha convertido en un reto para el fabricante. De esta forma, la utilización de nuevos materiales reforzados con fibra de vidrio en la suspensión trasera consigue aligerar el peso y así ajustarse a la reducción de espacio que implica el nuevo diseño modular, desechando los muelles de los vehículos tradicionales y ofreciendo un maletero similar en espacio al de los coches de segunda mano de Volvo.

En definitiva, los diseños modulares nos traerán muchas novedades en forma de nuevos modelos en el futuro de la mano de Volvo, ocasión única para seguir atentos el lanzamiento de los nuevos modelos “puzzle” de la marca.