Cuando el Opel Calibra fue presentado en el Salón del Automóvil de Frankfurt en el año 1989, se coronaba una serie de vehículos de éxito en el segmento de los coupé. Un modelo que nació hace 25 años y que supuso un gran avance para su época por su excelente coeficiente aerodinámico, suspensión trasera independiente y semi independiente, tracción a las cuatro ruedas y motores ultramodernos de gasolina dotados con catalizadores de serie. Un equipamiento de tanta importancia que le valió el reconocimiento del “Volante de Oro”, el premio automovilístico de mayor prestigio en Alemania.
Y es que con una potencia de 115 CV, el campeón de la aerodinámica, alcanzaba los 203 km/h y con 150 CV 223 km/h. Pudiendo mantener un consumo de tan sólo 7,7 litros por cada 100 kilómetros recorridos. Son precisamente estas cifras las que lograron convertir al Opel Calibra en un sueño asequible, combinando un estilo deportivo y la seguridad al volante con un precio económico. Es por ello que en la actualidad se ha convertido en uno de los coches clásicos más codiciados.
Entre sus ventajas más destacadas se encuentra la de ser un vehículo muy práctico para ser usado a diario, contando con un maletero de nada menos de 980 litros y espacio para cuatro ocupantes de manera cómoda. Además de un equipamiento de serie muy generoso, con dirección asistida, sistema de audio con seis altavoces, lunas tintadas y caja de cambios de cinco velocidades de relación cerrada.
Para cumplir su objetivo en cuanto a seguridad, Opel desarrolló un sistema de protección frente a los peatones, lo cual continúa siendo una prioridad de gran importancia en la actualidad. Contaba también con sistema ABS y elegantes faros de largo alcance que mejoraban al seguridad activa, y con grandes paragolpes pensados para absorber gran cantidad de la energía en caso de colisión.
Sin embargo, su historia no fue muy larga, ya que solamente pudo adquirirse hasta el año 1997. Para entonces, se había convertido en un vehículo que ofrecía una experiencia de mayor lujo. El último modelo que se fabricó fue el Last Edition negro, un coche que se sigue exhibiendo en eventos relacionados con los vehículos clásicos, en los que por lo general termina convirtiéndose en uno de los favoritos entre las multitudes. Eso sí, su diseño innovador, su figura estilizada y sus bordes suavizados marcarían las directrices para el diseño de vehículos futuros.