Si antes del año 2007 la proporción de venta de coches de ocasión era de 1,3 por cada coche nuevo, en la actualidad la proporción ha aumentado casi al doble, con una cifra de 2,3. Es por ello que son cada vez más los consumidores que deben tener cuidado a la hora de adquirir un coche ya usado. Y es que las modificaciones a las que son sometidos los vehículos con el objetivo de aumentar su precio y sacar mayor beneficio son cada vez más habituales.
Por ejemplo, ¿sabías que entre un 5 y un 12% de los coches de ocasión que se venden en nuestro país, y un 30% de los importados de otros países de la UE, tienen el cuentakilómetros manipulado? Según datos del RACC, se estima que se trata de un fraude que asciende a unos 343 millones de euros cada año. Es por ello que los expertos de este organismo han planteado algunas medidas para evitarlo.
En primer lugar se ha solicitado la tipificación como delito la sola manipulación del cuentakilómetros, como ya ocurre en otros países de la UE. Y es que la normativa española actual únicamente contempla como delito la obtención de beneficios derivados de este hecho.
Además se propone que los talleres convencionales y de ITV, así como los concesionarios y controles policiales envíen las lecturas del cuentakilómetros y que esta información pueda intercambiarse entre los Estados miembro, impidiendo de esta forma su manipulación.
Por otro lado, hay que destacar otra cuestión. Y es que Internet y los cuentakilómetros digitales han facilitado la práctica de este engaño, ya que para modificar los datos de los aparatos analógicos era necesario desmontar todo el cuadro de lecturas y el propio contador de kilómetros. Para alterar los datos, el sistema actual tan sólo requiere de un ordenador portátil o un dispositivo especial que tenga conexión con el sistema electrónico del vehículo y del programa adecuado. Con un dispositivo que fácilmente puede adquirirse a través de Internet y siguiendo algunos sencillos pasos, el estafador puede establecer la cifra de kilómetros que le interese.
Como es obvio, este tipo de engaños se realizan con un claro objetivo: obtener mayor beneficios. Y es que como bien ha recordado el RACC, el valor de un vehículo de ocasión está estrechamente relacionado con su antigüedad y su kilometraje, lo cual quiere decir que con este tipo de fraudes el vehículo puede revalorizarse en gran medida. Se calcula que cada manipulación del cuentakilómetros resta al vehículo entre 70.000 y 100.000 kilómetros, lo que puede suponer para el vendedor una suma de 8.000 euros más.
Y aunque se trata de un engaño altamente extendido por toda la UE, las medidas llevadas a cabo hasta el momento por la UE no han sido suficientes para solucionar el problema. Un hecho que resulta alarmante sobre todo cuando pensamos en países como Portugal donde la proporción de venta de coches usados es de 3,8 por cada coche nuevo, y de 3,7 en Reino Unido.