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Hoy en día, utilizamos el móvil para prácticamente todo, por lo que no es extraño que agotemos rápidamente la batería. Son muchos los que adquieren un cargador para su vehículo y aprovechan el trayecto en coche para recargar sus dispositivos. Para facilitar este proceso, los fabricantes de vehículos, han incorporado las bases de carga inalámbrica a muchos modelos, y su uso es cada vez más frecuente. Al principio, esta tecnología solo estaba presente en vehículos de gama alta, pero ahora ya está incluida en algunos coches menos exclusivos. 

Para ahondar un poco más en la cuestión, debemos explicar que es el sistema QI. Este fue creado por el Wireless Power Consortium, los cuales crearon una tecnología que transmite la potencia a distancia. Este sistema estaba compuesto de dos bobinas capaces de crear un campo electromagnético y transferir la energía eléctrica. El primer problema con el que se encontraron al crear este sistema, fue que el dispositivo tenía que estar en una posición determinada para cargar. Por ello, también desarrollaron la inducción de posicionamiento libre donde se colocan diversas bobinas para aumentar el rango del campo magnético. 

Las ventajas de este sistema son evidentes, pues contamos con la comodidad de evitar los cables y cargar tan sólo apoyando el móvil. No obstante, debemos tener presentes las desventajas que nos presenta, ya que mucha gente no las tiene en cuenta a la hora de utilizar este método. Primeramente, debemos alejar las tarjetas de crédito para no estropear la banda metálica de estas. También hay que apartar cualquier otro objeto metálico para que la base de carga no se dañe. Por último, la velocidad de carga es inferior a la del cable, pero aún así puede ayudarnos a salir de un apuro.

Por el momento, no todos los móviles son compatibles con el sistema QI, pero cada vez son más los que la implementan. En 2019 hubo un gran aumento de esta tecnología, lo que parece prever que habrá una explosión en este año 2020.