Con la llegada del invierno el descenso de las temperaturas se hace notar. Durante esta época a todos nos gusta quedarnos en casa disfrutando de una temperatura agradable y evitamos conducir. Pero, ¿qué pasa cuando no queda otro remedio que coger el coche? Sobre todo por las mañanas, el frío es un duro enemigo de los vehículos, ya que viajar en ellos deja de ser cómodo y confortable. Para combatir las bajas temperaturas y convertir tu coche en un lugar confortable en el menor tiempo posible no te pierdas los siguientes consejos.
Elimina el vaho
Debido a la diferencia entre el frío exterior y la temperatura más cálida del interior del coche, es habitual que los cristales se cubran de vaho. Para eliminarlo rápidamente conviene poner el aire acondicionado lo más alto posible dirigiendo la ventilación hacia la luna.
Utiliza los asientos calefactables
Aunque no todos los vehículos disponen de asientos calefactables, para aquellos que sí los tienen es aconsejable utilizarlos. Lo más adecuado es encenderlos justo al entrar en el coche para favorecer que el cuerpo coja temperatura de forma rápida y uniforme, y apagarlos una vez se ha entrado en calor.
Olvídate de la ropa de abrigo
Seguramente al entrar en el coche completamente helado, la tentación sea quedarse con la ropa de abrigo puesta. No obstante, aunque la idea de pasar frío al conducir no es agradable, esta no es la opción más recomendable por dos razones. La primera es que en poco tiempo terminará proporcionando al conductor un exceso de calor. La segunda razón es que la ropa de abrigo limita la capacidad de movimientos.
La temperatura adecuada
A pesar del frío exterior, lo más conveniente es mantener la calefacción del coche en unos 21,5 grados. Una temperatura más alta puede producir somnolencia en el conductor, reduciendo su capacidad de conducción y reacción.