Viajar en coche con perros es una costumbre que cada vez más personas están adoptando. Sin embargo, la ley obliga a tener una serie de precauciones para evitar poner en riesgo la vida del animal y de los ocupantes del vehículo. Ya que un animal con una sujeción insuficiente o nula puede realizar movimientos inesperados que distraigan al conductor.
A estos efectos, La ley de Tráfico (BOE 31/10/2015), en su Título II sobre “Normas de comportamiento en la circulación”, nos indica:
El conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía. A estos efectos, deberá́ cuidar especialmente de mantener la posición adecuada y que la mantengan el resto de los pasajeros, y la adecuada colocación de los objetos o animales transportados para que no haya interferencias entre el conductor y cualquiera de ellos.
Elementos para transportar a tu perro con seguridad
Red Separadora
Este dispositivo consiste en una red de nylon que se engancha a cuatro puntos fijos dentro del habitáculo. Así se crea una especie de barrera entre la parte delantera y trasera del vehículo.
Barras separadoras
Este utensilio está constituido por un conjunto de barras horizontales y verticales que se ajusta al espacio del vehículo. Al igual que la red, establece una separación entre la parte de adelante del coche y la de atrás.
Barreras a medida
Consisten en una rejilla, normalmente de metal, hecha a medida para cada automóvil y que se usa para retener la carga en su interior, incluyendo animales.
Arnés de seguridad
Este arnés se le coloca al perro y, a través de una correa, similar al cinturón de seguridad, se asegura la sujeción del animal. Es el sistema más adecuado para perros de tamaño grande, y la opción más recomendable es el arnés con dos enganches, que garantiza una mayor inmovilización.
Transportín
Consiste en un habitáculo cerrado y el que el perro viaja en su interior. Es el sistema idóneo para razas pequeñas. La mejor opción es situar el transportín en el suelo del vehículo, esta posición evitará un gran número de lesiones en caso de accidente.
Cabe señalar que optar por una correcta sujeción para el perro no es solo una cuestión de seguridad vial. Si un agente detiene un vehículo y comprueba que no cumple con la normativa en este ámbito, su conductor puede ser penalizado con 100 € de multa.