Durante el año 2018 las víctimas mortales de accidentes de tráfico circulaban en coches con una media de edad de 13 años. Este hecho es un indicativo de la gran influencia que tiene el estado del vehículo en la seguridad de sus pasajeros.
Ante estas evidencias, la Dirección General de Tráfico (DGT) puso en marcha los días 11 y 17 de noviembre una campaña especial, en la que se realizaron unos 184.000 controles en toda clase de vehículos. En estas comprobaciones se revisó el estado de los automóviles, poniendo especial énfasis en los sistemas y elementos de seguridad y en la validez de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV).
¿Cuáles fueron los resultados?
Esta campaña derivó en 10.121 denuncias, de las cuales casi la mitad se corresponden con la falta de la ITV en regla. La siguiente cifra más elevada de denuncias (773) está relacionada con la carencia de la documentación obligatoria durante el desplazamiento, como el carnet de conducir, la tarjeta de la ITV y el permiso de circulación.
En lo referente a los neumáticos las sanciones llegaron a 539. Las principales causas son un desgaste irregular, la profundidad del dibujo inferior a la legal, un nivel de presión inadecuado o una alineación incorrecta. Las sanciones por señalización y alumbrado ascendieron a 414, y otras 211 fueron relativas a un deterioro acentuado de la placa de matrícula que impedía su correcta identificación.
Entre furgonetas y camiones la sanción más recurrente está relacionada con condiciones de carga inadecuadas. Llegaron a 216 y 277 sanciones, respectivamente, con problemas como una sujeción incorrecta de la mercancía o superar el peso permitido.
El resultado más desalentador es que, hasta en 160 ocasiones, era tal la gravedad de los desperfectos en los vehículos que requirieron la inmovilización del vehículo. Estos datos ponen de manifiesto la importancia de mantener un adecuado estado del vehículo. Estos evitaría, no solo las sanciones económicas correspondientes, sino también contratiempos de mayor gravedad.