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Por muchos años que pasen y por muy viejo, clásico o histórico que sea, cualquier vehículo a motor que circule por carretera en España está obligado, como mínimo, a contar con un seguro de responsabilidad civil que cubra, en caso de accidente, daños a terceros. En el caso de los coches antiguos, se establecen una serie de requisitos para contratar una póliza de seguros que te comentamos a continuación.

¿Qué se entiende por un coche histórico?

Desde el año 2018, el Reglamento de Vehículos Históricos establece que deben haber pasado, como mínimo, 30 años desde la fecha de fabricación o matriculación para considerar un coche como histórico. Además, debe permanecer en estado original y no haberlo sometido a ninguna modificación de importancia en cuanto a características técnicas y componentes principales (motor, frenos, carrocería, etc.).

También puede ser constatado como histórico un vehículo que conste en el Inventario General de Bienes Muebles del Patrimonio Histórico Español o que haya sido declarado bien de interés cultural por pertenecer a alguna persona de relevancia o haber formado parte de algún acontecimiento histórico.

Finalmente, para ser reconocido legalmente como histórico, es necesario obtener la acreditación de la Comunidad Autónoma y la matriculación como tal en la Jefatura Provincial de Tráfico.

¿Qué es necesario para asegurar un coche histórico?

Además de los requisitos que mencionamos anteriormente, las aseguradoras pueden exigir al propietario del vehículo cumplir ciertas condiciones habituales, como recorrer menos de 5.000 km al año y declarar que el coche que se quiere asegurar no se usa con frecuencia. Su propietario debe serlo desde hace 25 años o más, tener la ITV en vigor y la persona que contrate el seguro debe tener más de un año de antigüedad en su permiso de conducir.

Aspectos a tener en cuenta antes de contratar el seguro

Antes de tomar la decisión de contratar una póliza de seguro es necesario tomar en consideración ciertos aspectos que podrían afectar a su coste. Un coche con muchos años, implica que sus medidas de seguridad son más limitadas que las de uno más moderno, lo que, en caso de accidente, derivaría en daños más costosos, aspecto que las compañías de seguros no pasan por alto.

Otro de los riesgos a los que está expuesto un vehículo histórico es al robo. La exclusividad y el propio valor del coche lo convierten en un objetivo atractivo para los ladrones. Conviene estudiar detenidamente las características del automóvil, las coberturas que se adapten a sus necesidades y comparar las diferentes opciones que ofrecen las aseguradoras.