Tanto si conduces un coche nuevo como un coche seminuevo, lo más probable es que sea turbo. Pero, ¿sabes realmente lo qué es y como llevar un buen mantenimiento del mismo? En la actualidad la mayoría de coches funcionan con este sistema ya que permite tener motores más pequeños y que los costes de consumo sean menores, además de las emisiones, sin perder potencia.
Funcionamiento
El turbo es un sistema de sobrealimentación que permite comprimir el aire que circula hacia el motor y hacer una mezcla más rica. Esta turboalimentación permite enviar más oxígeno al motor, lo que se convierte en más combustible y potencia, con una respuesta más contundente.
Su estructura la forman dos turbinas, una gira por los gases del escape y la otra gira al mismo tiempo y empuja el aire hacia la admisión del motor. En este proceso se alcanzan velocidades de hasta 200.000 rpm en el turbocompresor y unas temperaturas muy elevadas que llegan a los 900ºC. Para un correcto funcionamiento del motor los gases deben llegar a menos temperatura por lo que es vital la función del intercooler. Esta pieza está situada entre ambas partes y enfría el aire que va desde el turbo al motor.
Mantenimiento
Aunque no requiere de un mantenimiento específico, más allá de buenas prácticas con tu vehículo y una conducción suave, hay algunos consejos que pueden aumentar su vida útil. Uno de ellos es dejar el motor al ralentí, cuando vas a arrancar el vehículo, alrededor de un minuto. Esta práctica permite que el aceite llegue a toda la mecánica y el turbocompresor estará lubricado cuando comencemos la marcha.
Del mismo modo, cuando vayas a apagar tu coche es recomendable que dejes un tiempo de enfriamiento. Con esto conseguimos que el aceite no cambie bruscamente de temperatura, lo que podría provocar algún tipo de daño.
Averías comunes
El turbo del coche no se suele estropear con frecuencia pero existen síntomas que podrían indicar que no está funcionando correctamente. Uno de ellos es que al controlar el aceite notes un consumo excesivo, podría ser que algunos casquillos están deteriorados.
Otro síntoma de avería es que notes que el coche da tirones o pierde potencia, podrían ser daños en una de las válvulas. Ruidos raros en el motor también podrían ser debidos a problemas con los manguitos o abrazaderas.
Tanto si tienes un coche nuevo como un coche seminuevo te aconsejamos llevar un buen matenimiento y realizar revisiones periódicas en tu taller de confianza. Una revisión a tiempo podría evitar costes de hasta 1.000 euros en la reparación del turbo.