Los neumáticos de invierno son muy útiles para zonas frías en las que el hielo o la nieve son fenómenos constantes durante todo el invierno. Este tipo de ruedas se fabrican con una goma más blanda y flexible que te proporciona un agarre superior y, por lo tanto, seguridad extra que viene muy bien con condiciones meteorológicas adversas. Pero ¿qué pasa con todo lo bueno de los neumáticos de invierno al llegar el verano? ¿Se mantienen sus ventajas? ¿Podemos seguir circulando con ellos?
Antes de nada, si lo que te preguntas es si te pueden multar por no cambiar tus neumáticos con la llegada del verano la respuesta es no, la ley de tráfico no regula esta conducta como sancionable. Ahora bien, una cosa es que pueda hacerse y otra que deba hacerse. Estos son los motivos por los que no debes usar en verano tus neumáticos de invierno:
Te sale caro
Los neumáticos de invierno son más caros que las gomas estándar, incrementan el consumo del coche y, al no estar preparados para altas temperaturas, su desgaste es mucho mayor, si los usas en verano cuando aparezcan el hielo y la nieve necesitarás comprar otros ¡mejor guardarlos!
No es seguro
La distinta composición de este tipo de neumáticos hace que la distancia de frenado con gomas de invierno se incremente de forma notable al pasar de los 7 grados. Además, con temperaturas excesivamente altas los materiales comienzan a perder sus propiedades, lo que puede empeorar también el giro de la rueda. Por último, los neumáticos de invierno son también más ruidosos, algo que no notas con las ventanillas cerradas y en medio de la nieve, pero que sí los oirás en tus viajes veraniegos.
Ya has visto que, aunque no es sancionable, llevar neumáticos de invierno en verano no compensa, ni económicamente ni por razones de seguridad ¿qué nos cuesta guardarlos hasta que vuelva el frío?