Comprar un coche de ocasión a un particular es, muchas veces, no solo renunciar a la garantía sino también exponerte a que el vendedor haya ocultado los fallos de su vehículo. En los tiempos que corren mantener un coche se ha vuelto demasiado caro para muchos, por lo que a veces no hay más remedio que recortar gastos y deshacerse de algunas pertenencias como el propio vehículo y, como es evidente, la mayoría de las personas intenta sacar el máximo provecho de la venta. Por otro lado, están los que buscan comprarse un nuevo coche pero sin tener que invertir una gran cantidad. Es por ello que muchas veces se recurren a los coches de segunda mano o de ocasión para ahorrarse un buen dinero y evitar así comprar un coche nuevo que resulte más caro.
No obstante, no todos los coches de ocasión se encuentran en buenas condiciones y esto puede acabar acarreando grandes problemas al comprador cuando los fallos además son muy costosos. Es por ello que cuando uno se decide a comprar un coche de segunda mano, nunca debe tomar una decisión precipitada. Entre otras cosas porque la oferta en estos momentos es muy grande y resulta muy fácil poder elegir sin prisas. Piensa que muchos particulares han podido incluso camuflar los fallos de sus coches para poder venderlos a un precio mayor, lo cual suele ocurrir con mayor frecuencia entre los coches de más de 6 años y cuyo precio sea menor a los 6.000 euros. Por eso vamos a darte algunos consejos para que realices una buena compra y no te acabe saliendo más caro el collar que el perro.
- Productos químicos para ocultar fugas: estos se introducen en el circuito de refrigeración para cubrir las fugas ya que actúan taponándolas. El problemas es que, como es normal, acaban reproduciéndose y dando lugar a obstrucciones en la circulación del líquido.
- Cinta aislante para las averías: este truco es usado por muchos para tapar los indicadores del cuadro de mandos que alertan de alguna avería. Otros, “más sofisticados” directamente quitan la bombilla de las luces o las pintan de negro..
- Pintura en golpes: otro aliado del camuflaje suele ser aplicar un poco de pintura, barniz o disolvente para ocultarlos. El problema es que con el tiempo acaban haciéndose visibles. Para detectarlos, aunque es complicado, puedes buscar brillos diferentes a la luz del sol.
- Aditivos en el cambio: en el caso de los engranajes y cajas de cambios viejas que producen ruidos desagradables que avisan de que algo no va bien, es frecuente usar aditivos antifricción para suavizar el ruido y el manejo.
- Chapuzas al arreglar la chapa: otro truco es rellenar los golpes con masilla en lugar de realizar los martilleados y soldaduras que requiere este tipo de arreglo.
- Aceite más viscoso para ocultar los ruidos del motor: usar un aceite más viscoso que el recomendado por el fabricante ayuda a suavizar cualquier ruido del motor. Incluso existen aditivos antifricción que crean una capa en el propio metal para reducir el ruido. Este tipo de chapuzas son de las más peligrosas ya que hacen que el motor no lubrique adecuadamente.
Ahora que ya conoces algunos de los trucos más frecuentes que suelen usarse para camuflar los fallos en coches de segunda mano, no te precipites a la hora de hacer tu compra y comprueba que todo funciona correctamente. Y piensa que a veces es mejor invertir un poco más y comprar un buen vehículo que uno que en cuanto salgas a la carretera ya te esté dando problemas. Piensa que tu seguridad es lo primero.
Es por ello que te recomendamos que para una mayor garantía, lo mejor es siempre recurrir a un concesionario donde todos los coches han pasado por una revisión previa y donde el equipo de la compañía puede asegurarte que se encuentra en perfecto estado.