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Algunos usuarios están acostumbrados a arreglar ellos mismos pequeños problemas o desperfectos de sus vehículos. Cambiar alguna pieza de la chapa o del motor es habitual y en coches que ya cuentan con una cantidad de años considerable, puede resultar más económico emplear  para nuestro vehículo un repuesto de segunda mano que uno nuevo. Por lo que la búsqueda de piezas de segunda mano en internet o en talleres y desguaces es muy común. Con la nueva ley puesta en marcha en enero, esta práctica se convierte en ilegal, ya que solo los CAT (Centros Autorizados para el Tratamiento) pasan a poder vender las piezas usadas,  ni particulares ni otro tipo de talleres están autorizados para ello.

Para todos aquellos a los que les interese (que seguro que son unos cuantos) se trata del Real Decreto 20/2017, que en su artículo 7, punto 3, sección A, establece sobre piezas de segunda mano que “la extracción de piezas y componentes para su preparación para la reutilización y comercialización únicamente podrá realizarse en un CAT y siempre de vehículos que previamente hayan causado baja definitiva en el Registro de la Dirección General de Tráfico y que hayan sido descontaminados”.

Así pues, cuando un coche se entregue a un CAT para el desguace, el dueño no tendrá que asumir coste alguno por ello, siempre y cuando no se haya cambiado alguna pieza o componente de manera ilegal. En caso de que en el CAT se den cuenta de esta manipulación, podrán llamar a la autoridad competente y denunciar al infractor.

Para las autoridades la razón de ser de esta ley es medioambiental y de seguridad, ya que permite que no haya piezas “problemáticas” circulando y que nadie instale en su coche un repuesto que podría ser defectuoso. Además, al estar prohibido que las coloquen los talleres, aconsejan a los usuarios que no intenten instalarlas ellos mismos, ya que podría dar lugar a una colocación defectuosa que afecte seriamente a la seguridad vial.