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Cuando en un accidente en carretera el coche cae al agua, la situación se vuelve muy peligrosa, pero debes saber que no está todo perdido. En muchos casos, el miedo y los nervios nos paralizan y esto nos impide reaccionar, haciendo que este tipo de accidentes terminen con víctimas mortales. Gestionar el tiempo en una situación así es lo primordial para salir con vida, por eso vamos a mostrarte los pasos básicos a seguir.

Si tienes la fortuna de poder ver venir la caída, aprovecha los segundos anteriores para abrir las ventanillas del coche, no sueltes el cinturón de seguridad, porque de lo contrario el golpe puede ser letal. Ten en cuenta que una caída en el agua supone, al contrario de lo que parece, un golpe muy fuerte, colócate recto con las manos en el volante e intenta mentalizarte de ello, para poder reaccionar luego lo más rápido posible.

Una vez el coche está en el agua, desabrocha el cinturón rápidamente, por norma general, el sistema eléctrico funciona durante tres minutos sumergido, aprovecha para bajar las ventanillas si no has podido hacerlo antes y para desbloquear las puertas. Si todo funciona bien, deja las luces encendidas, ya que no se estropean debajo del agua y sirven de orientación para cuando estés fuera.

En una situación así, las cosas se complican cuando las ventanillas no funcionan, si esto ocurre, la presión del agua en el exterior te impedirá abrir las puertas, no inviertas tus fuerzas en intentar que la puerta se abra, lo que debes hacer es abrir como sea la ventanilla. Intenta no ceder al pánico, las ventanillas cerradas también permitirán que el aire se mantenga en el habitáculo, respira hondo e intenta salir. Utiliza tus pies, un tacón, el propio reposacabezas o cualquier objeto que tengas a mano, es más fácil romper el cristal en las esquinas. No intentes romper el parabrisas, es mucho más resistente. Una vez rota la ventanilla debes dejar entrar el agua hasta que la presión de dentro se iguale a la de fuera y entonces podrás abrir la puerta.

Cuando consigas salir nada siguiendo tus propias burbujas, quítate cualquier cosa que te pese, abrigos, zapatos o lo que lleves en los bolsillos. En cuanto llegues a la superficie pide ayuda e intenta alcanzar la orilla. Es importante que cuando estés a salvo llames a una ambulancia, la adrenalina puede hacer que no te des cuenta de las lesiones que hayas podido sufrir en la caída.