Comprar coche y optar por tintar las lunas es una decisión frecuente hoy en día, de hecho, puede que tú mismo te lo hayas planteado alguna vez, pero… ¿finalmente te has decidido? Hoy te lo contamos todo acerca de los cristales tintados: cómo y dónde se deben colocar, homologación, precio y sus ventajas ¿listo?
¿Cómo se tinta una luna?
Antes de nada, has de saber que cuando hablamos de “lunas tintadas”, en realidad, hablamos de laminado, estrictamente, los cristales tintados son aquellos que vienen con color de fábrica. Tintar una luna consiste en pegar una lámina al cristal del color escogido con el fin de hacerlo más oscuro o de darle una tonalidad diferente de color. Es un proceso relativamente sencillo que dura unas dos horas y para el que se usan herramientas de alisado y un jabón especial. Sin embargo, si no lo realiza un profesional puede tener un resultado desastroso (burbujas de aire, caída de la lámina, etc).
¿Es definitivo el tintado o podemos quitarlo?
El tintado de lunas no es definitivo, puede quitarse aplicando calor y con un poco de paciencia, debes ir despegando poco a la lámina y posteriormente quitar los restos de pegamento, ten especial cuidado en la parte trasera, ya que si al retirar el pegamento estropeamos los filamentos de la luneta térmica deberemos cambiar el cristal.
¿Dónde puedo ponerlas? ¿qué dice la legislación?
Antes de que te lo preguntes, no, no puede tintarse la luna delantera ni las ventanillas del conductor y acompañante, puede que alguna vez lo hayas visto en algún coche, porque en otros países sí se permite, pero en España está prohibido, independientemente del color u opacidad de la lámina. El resto de cristales pueden tintarse y no es necesario homologarlos posteriormente, en la actualidad, son las propias láminas las que han de venir homologadas y selladas.
Lo mejor de tintar tus lunas
La mayoría de personas se deciden a poner cristales tintados por estética, debido a la gran gama de colores y opacidades que ofrece el mercado, es una buena forma de darle un toque personal. Sin embargo, existen ventajas todavía mayores:
- El tintado de lunas ofrece más privacidad, permitiendo que si te olvidas algo en el asiento trasero no se vea desde fuera, pudiendo evita su posible robo.
- También te permite ahorrar combustible, un coche con las lunas tintadas es mucho más fácil de climatizar a la temperatura adecuada, en los viajes largos te evitas también el desagradable efecto invernadero del sol en la ventanilla.
- La protección ante los rayos solares que ofrecen los cristales tintados es ideal si viajas con niños, porque protege su piel y sus ojos.
- Finalmente, evita deslumbramientos en la conducción nocturna y evita reflejos incomodos desde la parte trasera.
El precio medio es de unos 150 o 200 euros dependiendo del modelo de coche ¿te animas a tintar tus lunas? Ya tienes toda la información necesaria para tomar la decisión.