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El nuevo Kia Stinger se presentó en el Salón de Detroit hace unas semanas y ya entonces demostró que daría mucho que hablar, y lo ha hecho. En parte porque es un deportivo de lujo a un precio más que asequible, en parte porque certifica el cambio iniciado por Kia en otros modelos, en los que presta mucha más atención al diseño de lo que solía hacerlo y en parte porque en Europa se comercializará con un motor diésel además de los motores gasolina que se mostraron en Estados Unidos.

Será en menos de un mes en el Salón de Ginebra cuando se haga oficial ese motor diésel con el que la marca coreana quiere ganarse los corazones de los europeos, que buscan algo más de eficiencia que los americanos. Lo hará con un motor turbodiésel de 2.2 litros y de 149 kW (200 CV) que le permiten alcanzar los 225 km/h y hacer de 0 a 100km/h en 8’5 segundos. Las opciones de gasolina también estarán disponibles para aquellos que las prefieran y serán un 2.0 turbo de cuatro cilindros y 191 kW (256 CV) y un 3.6 V6 biturbo de 280kW (375 CV).

Pero no solo de motor vive este Kia, el diseño también marca un punto muy importante en la historia de la marca, ya que es un deportivo con aires de coupé donde la parte trasera baja ostensiblemente (cosa que también se nota en el interior, donde, pese a que los asientos traseros son holgados, alguien alto tendrá algunos problemas con el techo) y un cinco puertas con un gran maletero.

La pantalla táctil de la consola central (en negro pese a que en el resto de los tonos del interior predomina el marrón) acapara el protagonismo, desde ella se controlan buena parte de las funciones del coche, incluido el infoentretenimiento. Pero también viene con innovaciones en seguridad, como el detector de fatiga, el asistente a la colisión frontal, el asistente de frenada de emergencia, el detector de peatones, la alerta de cambio involuntario de carril, el sensor trasero etc.

El Kia Stinger comenzará a surcar nuestras carreteras a finales de año y, pese a que todavía no se sabe el precio, se estima que el modelo base costará unos 35.000 €, sin duda un gran precio para un automóvil que busca competir con los grandes deportivos del sector.