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En el día a día la mayoría de nosotros estamos pendientes de evitar las multas de tráfico, ya sea por el costo económico que suponen, por los puntos, o por el convencimiento de que, en la carretera, siempre es mejor hacer las cosas bien. Pero, ¿sabías que también hay situaciones en las que te pueden multar aunque no hayas sacado el coche del garaje? Te contamos alguna para que intentes evitarlas.

La primera es si el coche no ha pasado la ITV, da igual que esté en el garaje o no, si el coche está dado de alta en el Registro de Vehículos de la Jefatura Central de Tráfico, tiene que estar al día con los impuestos y la ITV, no hacerlo supone 100 euros de multa.

Si no está asegurado, exactamente por la misma razón que la ITV, pero la multa es mucho mayor, de 600 a 3000 euros, así que si coges el coche una vez al año, o incluso menos, te recomendamos que lo des de baja. Es muy posible que si lo necesitas una vez cada mucho tiempo te salga más económico alquilar uno que tener el tuyo al corriente.

Mudarte sin notificarlo a la Jefatura de Tráfico. La picaresca hace que alguna gente crea si no avisan las multas no les llegarán. Lo cierto es que pueden cargarla en nuestra cuenta sin problema y encima nos puede caer una sanción de 80 euros. Notificar el cambio de domicilio a la DGT es un trámite gratuito y por el que se tardan cinco minutos, aportando el DNI, padrón, un recibo o algún certificado que pruebe el cambio. Algunos ayuntamientos incluso tienen esta opción ya integrada.

Tener la matrícula ilegible, aunque el coche esté estacionado llevar la matrícula sucia o ilegible, por la razón que sea, puede hacer que te caigan hasta 80 euros.

Repostar mal, el Reglamento General de Circulación es claro, nunca debes repostar en una gasolinera con las luces o la radio encendidas o con el motor en marcha, pero también avisa contra los teléfonos móviles, ya que la radiación electromagnética supone un riesgo claro de deflagración. No cumplir puede suponer 200 euros de multa y la retirada de tres puntos.

Así que ya sabes, tener el coche parado no te exime de cumplir algunas normas. Tu bolsillo te lo agradecerá.