El envejecimiento del parque móvil español es un reflejo de la crisis del automóvil en la que se encuentra el país desde hace ya varios años. Acorde un estudio realizado por la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), la edad media del parque es de 13,5 años, siendo cada vez más habitual la compra de vehículos de ocasión.
Actualmente, se estima que hay 25,34 millones de vehículos en España. Un 63,6 % de ellos tienen más de 10 años; el 16,24 % tiene entre cinco y diez años; y tan solo un 20,11 % tienen cinco años o menos. Estos datos son muy negativos ya que suponen un mayor riesgo en las carreteras tanto en coches nuevos como por vehículos de ocasión.
Igualmente, los coches que circulan por nuestras carreteras no son los únicos que son más viejos cada año. A este problema se le suman los vehículos comerciales y autobuses. La mayoría de estos automóviles tienen 10 años o más, lo que también supone un riesgo para la seguridad vial.
Sin embargo, afortunadamente, nos encontramos lejos de países como Rumanía, Grecia o Polonia donde prácticamente el 80 % de sus vehículos tienen más de 10 años. Igualmente, la cifra de España debería estar más alejada.
En el término medio, se encuentran Italia (58,98 %), Francia (51,33 %), Alemania (43,33 %) y Reino Unido (41,58 %), pero continúan estando por delante.
En el otro lado de la balanza, pese a que España es una gran potencia, nos encontramos muy lejos de otros países importantes. Luxemburgo o Bélgica cuentan con solo un 25,13 % y un 34,1 % de vehículos nuevos y coches seminuevos que superan la década.
También para la lucha contra el cambio climático esta situación es muy negativa. Actualmente, aunque España es el segundo fabricante automovilístico europeo y el noveno del mundo, aún no ha tomado las medidas necesarias para luchar contra la crisis climática. La media de emisiones de CO2 de los coches nuevos vendidos en España es muy alta.
Otra cuestión alarmante es su distribución por combustible, estando en una posición por debajo de la media europea. En nuestro país, la gran mayoría de vehículos son de gasolina, mientras que una mínima parte emplean energías respetuosas con el medio ambiente. Pese a que el coche híbrido y eléctrico ha irrumpido fuerte en el mercado de algunos países, España aún está lejos del nivel en el que debería estar en movilidad eléctrica.
Pero poco a poco, comienza a retomar posiciones. El año pasado, la venta de coches híbridos aumentó en un 8,9 % respecto a 2021, lo que supone una cifra positiva. Aun así, apenas un 2,7 % son coches híbridos y un 0,3 % eléctricos, además de 0,3 % de vehículos de GLP y un 0,1 % de GNC.
Como gran potencia, España se encuentra en una situación complicada en lo que al sector automovilístico se refiere. Y lo peor es que no muestra signos de mejora. El precio de los coches nuevos vehículos de ocasión continúa subiendo y los eléctricos están fuera del alcance de la mayoría de conductores. Para mejorar esta situación, será necesaria la implementación de una serie de medidas que permitan rejuvenecer el parque móvil de manera inminente.