Si pasas muchas horas al volante es normal que en alguna ocasión hayas sufrido un golpe en el parabrisas debido al impacto de una piedra o a algún cambio brusco de temperatura. Pero, ¿Qué has hecho para solucionarlo? La mayoría de conductores continúan la marcha y hacen caso omiso hasta que el problema se agrava. En este artículo te recomendamos tomar cartas en el asunto cuanto antes, para evitar males mayores. No importa si tienes un vehículo de ocasión o un coche seminuevo, debes actuar cuanto antes ante una rotura de lunas.
Riesgos de conducir con el parabrisas roto
No es una cuestión de estética, conducir con una luna rota pone en riesgo tu seguridad, ya que puede disminuir la visibilidad de la carretera. Repararlo cuanto antes puede evitar una sustitución completa del cristal delantero. Además, si el golpe impide tu correcta visión no podrás pasar la ITV e incluso puedes ser sancionado.
Más allá de la visibilidad, el desperfecto puede impedir el correcto funcionamiento de los sistemas de seguridad. En los coches nuevos y coches seminuevos actuales existe un sofisticado sistema de cámaras y sensores que permiten activar la frenada de emergencia y otros mecanismos. Si el cristal no está en perfecto estado, no funcionarán o no lo harán correctamente, lo que puede ser muy peligroso.
Pasos a seguir tras una rotura de lunas
Si sufres una rotura durante un trayecto te aconsejamos detener el vehículo y realizar una supervisión del desperfecto. Si es mínimo y no afecta a la visibilidad, puedes seguir la marcha y acudir a un taller más tarde. También puedes poner un pequeño parche con celo, laca de uñas o pegamento.
Si por el contrario el impacto impide que veas correctamente la carretera y parece un ojo de buey con fisuras que se van abriendo o una rotura con grandes grietas, debes actuar cuanto antes. Te recomendamos llevar siempre contigo un kit de reparación. En él encontrarás una resina que, al aplicarla con el cristal limpio, impide la expansión de la rotura. En cuanto puedas acude a un taller de confianza para que puedan repararlo o realizar la sustitución de la luna si fuese necesario.
¡No lo dejes para mañana y actúa! No importa si tu vehículo es antiguo, reparar una rotura a tiempo puede evitar un cambio completo del cristal y además está cubierto por la mayoría de seguros.