En los últimos años hemos visto como cada vez son más frecuentes los episodios meteorológicos extremos como las inundaciones o los huracanes. El cambio climático acentúa estos fenómenos y podrían producirse cada vez con más frecuencia e intensidad. Debemos estar prevenidos para evitar posibles daños personales y materiales. Pero, ¿sabes si tu seguro de coche cubre daños por este tipo de fenómenos? En este artículo te lo explicamos. Si tienes un coche nuevo o un coche seminuevo estate atento.
Cobertura del seguro por daños climatológicos
Si tu póliza incluye la cobertura por daños meteorológicos, lo más seguro es que el seguro se haga cargo de los desperfectos ocasionados por fenómenos climatológicos. Sin embargo, es muy importante revisar qué daños incluye tu seguro porque depende de cada compañía. La mayoría cubre desperfectos provocados por viento, lluvia, nieve o granizo. Pero en algunos solo quedaría reservado para los desperfectos por estos fenómenos en las lunas.
También ten en cuenta que en algunas pólizas a todo riesgo se incluye esta cobertura pero, en otros casos, tendrías que contratarla como extraordinaria. En pólizas a terceros es difícil encontrarla pero si tienes incluidas las lunas, podría cubrirte su reparación si el desperfecto ha sido provocado por fenómenos climatológicos. Pero no se incluirían los desperfectos en la carrocería.
¿Cuándo se hace cargo el Consorcio de Compensación de Seguros?
Cuando se producen desastres naturales y riesgos extraordinarios, si nuestro coche seminuevo o coche de segunda mano sufre desperfectos, es el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS) el que se hace cargo de cubrirlos.
Entre los riesgos extraordinarios se incluyen los atmosféricos extremos y de la naturaleza (por ejemplo erupción de un volcán o la caída de un meteorito), así como de otra índole como por actos terroristas, motines populares o los ocasionados por las Fuerzas Armadas.
Con respecto al viento y la lluvia el CCS cubre los daños si son producidos por:
- Inundaciones o el anegamiento del terreno ocasionado por lluvias, así como de deshielos o las de lagos que tengan salida natural.
- El desbordamiento de los ríos, rías o cursos naturales de agua.
- Los fenómenos costeros como los embates de mar.
- Vientos superiores a 120 km/h.
El cambio climático hace que ahora nos tengamos que fijar con detenimiento en la cobertura de nuestra póliza antes de firmarla. Recuerda que estos episodios son cada vez más frecuente y tu vehículo podría salir dañado.