El mundo del automóvil está en continuo cambio y lo que conocemos hoy en día está desapareciendo paulatinamente. Con la nueva propuesta de la Consortium for Ultra Low Vehicle Emissions (CLOVE) para controlar la contaminación que pone en peligro a la combustión interna, y cambia de forma radical el sector tal y como lo conocemos hoy en día. Todo ello hay que tenerlo en cuenta a partir de ahora a la hora de comprar un coche, especialmente si es un coche de segunda mano.
Para llevar a cabo el control de las emisiones, CLOVE propone una revisión del ciclo RDE para controlar que cumplen con los límites de emisiones, para ello se necesita el supercatalizador.
¿Qué es un supercatalizador?
Es un dispositivo anticontaminación que combina un filtro de partículas de dos litros, un catalizador de amoniaco y dos de tres vías de un litro de capacidad. Este sistema podría convertirse en imprescindible en los coches si se aprueba la normativa EURO 7 que CLOVE ha propuesto a la Comisión Europea.
Con ello pretenden controlar todas las emisiones de los coches. No solo controlarán las de CO2, sino también las de óxidos de nitrógeno, monóxido de carbono, partículas en suspensión, las emisiones de metano, dióxido de nitrógeno y amoniaco, de carácter muy residual.
Quieren además que cumplan con esos límites en cualquier condición. También incluyen las más desfavorables, como aceleración fuerte, conducción agresiva, remolque de una caravana o arranque en frío etc.
El supercatalizador es un dispositivo que, además de un elevado coste, supone la implantación de un sistema de diagnóstico de a bordo. Este permite controlar de forma telemática que el vehículo cumple los límites de emisiones para los que fue homologado en los primeros 250.000 km. Hasta el momento los ciclos de homologación no obligan a mantener el mismo nivel de emisiones durante toda la vida del vehículo. Este último punto es uno de los que quieren cambiar con la nueva normativa.
Respuesta de la ACEA
La ACEA, asociación de constructores europeos del automóvil, ya ha advertido. La normativa EURO 7 supone una amenaza para los coches de combustión interna y la desaparición de los coches de combustión asequibles. También afectará al encarecimiento de los coches con parte térmica que queden en venta tras implantar esta nueva normativa.
Aseguran que si bien es cierto que no prohibirán los coches de combustión interna, el cumplimiento de la normativa sería tan complicado y de un coste tan elevado que los fabricantes van a tener que vender solo coches cero emisiones.
Desde luego esta nueva normativa no está libre de controversia, ya que es difícil ver una solución justa hacia el mercado de cero emisiones. Esto solo se lograría a través de unos costes equitativos y un enfoque más atractivo y útil del coche nuevo con respecto al tradicional.