Ya sea por trabajo o por ocio, la mayoría de los conductores de vehículos de ocasión han recorrido todas las clases de vías existentes en nuestro país. Desde autovías y autopistas, hasta carreteras convencionales, todas ellas tienen sus particularidades. No obstante, las denominadas carreteras convencionales son las más peligrosas en lo que a accidentes de tráfico se refiere. Si tu familia o tú acostumbráis a viajar en vuestros coches de ocasión por este tipo de vías, presta atención a nuestras recomendaciones para circular por ellas.
Sus características: claves en la alta siniestralidad
Las peculiaridades que presentan las carreteras secundarias son claves en el elevado nivel de siniestralidad. En primer lugar, se trata de vías que no están desdobladas, lo que significa que solo cuentan con un carril para cada sentido. Esto implica que, para realizar maniobras de adelantamiento, es necesario invadir el carril contrario. Además, las incorporaciones e intersecciones se encuentran al mismo nivel y existen muchos tramos estrechos y con baja visibilidad.
La suma de todas estas circunstancias las convierten en las carreteras menos seguras para conducir vehículos de ocasión. Las salidas de vía y las colisiones frontales son los siniestros más frecuentes. No obstante, también son los espacios en los que los conductores cometen más infracciones. Entre ellas, no llevar puesto el cinturón de seguridad, superar los límites de velocidad establecidos o dar positivo en controles de alcohol y drogas. Estas conductas irresponsables incrementan las posibilidades de sufrir un accidente exponencialmente.
Cómo mejorar tu seguridad
Adelantamientos
Como ya mencionamos antes, se trata de una de las maniobras más peligrosas en carreteras convencionales, ya que implica invadir el carril contrario. Por esta razón, antes de iniciar el adelantamiento, debes anticiparte valorando las distancias, la velocidad a la que circulas tú y los demás coches de ocasión, el tiempo que emplearás en la maniobra y si existen obstáculos como curvas o cambios de rasante. También debes tener en cuenta el espacio del que dispones para incorporarte nuevamente al carril y que no circulen otros coches de frente.
Si la situación es propicia, una vez inicies la maniobra, hazlo con decisión y progresivamente para permanecer en el carril contrario únicamente el tiempo necesario.
Circula lo más cerca de la derecha posible
Esta es una forma de facilitar la visibilidad a los vehículos que viajan detrás de ti y las posibles maniobras de adelantamiento. También implica una mayor seguridad para los conductores que circulan por el carril contrario.
Presta atención a ciclistas, peatones y animales
Los conductores comparten las carreteras secundarias con otros usuarios como peatones que circulan por el arcén o ciclistas, a los que hay que rebasar con una distancia lateral de, mínimo, 1,50 m. También es posible que, de forma imprevista, un animal se cruce en la vía, por lo que deberás conducir muy atento, sobre todo en las zonas de montaña o con señalización de advertencia sobre la presencia de animales.
Enciende las luces de cruce durante el día
Aunque la ley obliga a utilizar las luces de cruce en situaciones de baja visibilidad, durante la noche o con condiciones climáticas adversas, en las carreteras convencionales es recomendable llevarlas también durante el día. Esto te permitirá una mayor visibilidad y que los demás conductores te vean a ti, especialmente en zonas montañosas o en tramos estrechos.