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La somnolencia al volante, aunque sea difícil de creer al principio, no es solo culpa del conductor. Investigadores de la Universidad RMIT en Australia han demostrado recientemente que las vibraciones de los coches pueden provocarnos somnolencia al conducir. El efecto por supuesto no es inmediato. Pero las vibraciones poco a poco van adormeciendo a nuestro cerebro y así podemos llegar a sufrir un accidente.

La culpa es de las vibraciones

La somnolencia al volante es una de las causas principales de accidentes y muertes en carretera. Incluso los conductores que han descansado bien la noche anterior pueden llegar a verse afectados por estas vibraciones. Pero ¿por qué estas consiguen adormecernos cuando estamos conduciendo?

A través un estudio realizado por la Universidad RMIT en Australia, se descubrió que las suaves vibraciones de los asientos del coche mientras conduces pueden calmar tu cerebro y tu cuerpo. Este efecto empieza a surgir a los 15 minutos. Las vibraciones constantes a baja frecuencia, como las que experimentan los conductores de coches y camiones, nos inducen progresivamente a la somnolencia, incluso habiendo dormido bien durante la noche.

Estos investigadores australianos realizaron una serie de pruebas de simulador y midieron la frecuencia cardíaca de las personas voluntarias en dos sesiones. Una con vibraciones de baja frecuencia (como las de los coches) y otra sin ellas. Aquellos que experimentaron las vibraciones de un vehículo en movimiento dieron mayores muestras de somnolencia a partir de los 15 minutos y siendo más evidentes después de 30 minutos. Este se debe, según los investigadores, a que el cerebro se sincroniza con las vibraciones y entra en una etapa temprana de sueño. Ellos mismos han sugerido que esa vibración en los coches se podrían modular en futuros modelos. De esta forma, podrían llegar a tener el efecto contrario y ayudar a los conductores a mantenerse despiertos al volante.