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Muchos conductores se olvidan de la garantía legal de su vehículo, una garantía que por ley cubre como mínimo los dos primeros años del vehículo desde su fecha de matriculación sin límite de kilometraje. Si acabas de comprarte un coche nuevo tenla en cuenta para posibles averías o fallos pero, ¡no todo vale! En este artículo te contamos qué cubre y qué no cubre esta garantía.

¿Cuándo puedo usar la garantía de mi coche?

Podrás utilizar la garantía en caso de que tu vehículo presente defectos de fábrica o averías mecánicas, eléctricas o electrónicas, que no estén provocadas por el desgaste o la falta de mantenimiento. Existe un plazo de seis meses para reclamar los defectos de fábrica, pasado este período tendrás que demostrarlo mediante un informe pericial.

Ten en cuenta que esta garantía no se incluye cristales, neumáticos, pastillas de freno, discos de freno, aceite o filtros, elementos que se van desgastando con el uso. Los daños provocados por la conducción o alguna negligencia tampoco están cubiertos.

¿Cómo puedo perder la garantía?

Existen algunas prácticas que pueden provocar que el fabricante no se haga responsable de las averías o defectos de los elementos de tu coche. Entre ellas se encuentran:

Modificaciones en el vehículo, adaptaciones o nuevos accesorios. Si estas modificaciones no están autorizadas por el fabricante podrías perder la garantía de tu coche. Antes de hacer cualquier cambio en las llantas o neumáticos, alerones, o añadir nuevos accesorios como equipos de música o cámaras de visión trasera, te recomendamos ponerte en contacto con el concesionario de la marca para saber si están incluidos o no en la garantía. No te olvides tampoco de comunicarlo a tu aseguradora para evitar sorpresas posteriores.

¿Puedo acudir a cualquier taller?

Por regla general no pierdes la garantía de tu coche por acudir a un taller independiente para realizar una reparación incluida en la misma. Será necesario que tengas un resguardo con la fecha de entrega y de devolución del vehículo y un informe detallado con las reparaciones realizadas y piezas afectadas. Sin embargo, para evitar algún tipo de problema te recomendamos que acudas a un concesionario oficial para realizar los mantenimientos incluidos en la garantía de tu coche.

Si has comprado recientemente un coche nuevo y notas algo raro, recuerda que está cubierto por una garantía y podrás arreglarlo sin coste alguno.