Garantizar una vida larga para un coche depende de muchas circunstancias. Un mantenimiento adecuado es uno de los principales factores a tener en cuenta, sin embargo no es el único. Optimizar la conducción de manera adecuada contribuye notablemente a la durabilidad de la mecánica. En este artículo descubrirás algunas recomendaciones de conducción para mejorar la conservación del motor del coche.
Respetar el tiempo de calentamiento
Al arrancar un vehículo, el motor está frío, por lo tanto, durante los 10 primeros minutos la conducción debe ser suave. En caso de forzar el motor en frío, podrían desgastarse sus elementos internos por fricción con consecuencias desastrosas. Lo más recomendable es esperar un par de minutos con el motor al ralentí antes de iniciar la marcha.
Cuidar el turbo
El turbocompresor es el sistema de sobrealimentación que incluyen todos los coches diésel y la mayoría de gasolina, y que, de no cuidarlo, es una de las piezas más proclive a fallar. La recomendación es circular con suavidad los 10 primeros minutos tras arrancar el motor, tiempo suficiente para que el turbo adquiera la temperatura necesaria. Además, tras un viaje largo, conviene mantener el motor al ralentí durante un par de minutos ante de apagarlo.
Evitar los recorridos cortos
Los recorridos en coche de menos de 10 minutos de duración son perjudiciales para el propulsor, ya que el motor no alcanza la temperatura necesaria para su funcionamiento y la lubricación de los elementos no es la adecuada. En caso de tener que hacer obligatoriamente un recorrido corto, lo más recomendable es arrancar el motor y esperar un minuto antes de iniciar la marcha.
Los calentadores de los diésel
Los motores diésel disponen de bujías de precalentamiento, más conocidas como calentadores. Estas se encargan de precalentar la cámara de combustión para facilitar el arranque. Aunque en los diésel actuales no es estrictamente necesario, es recomendable al dar al contacto esperar algunos segundos antes de accionar el arranque. Así la batería y el motor no se verán sometidos a tanto esfuerzo.
Delicadeza al usar el cambio de marchas
Hacer un uso adecuado de la palanca de marchas alargará la vida de sus componentes. En los cambios manuales debe haber suavidad en el movimiento y marcar bien el recorrido, además de evitar llevar la mano sobre la palanca. En los cambios automáticos, es recomendable evitar mantener la “D” puesta si la parada va a ser prolongada.
Cuidado con el embrague
Es importante evitar acelerar más de lo necesario mientras el embrague esté pisado. Tampoco es recomendable mantenerlo pisado durante una parada, por ejemplo, en un semáforo o en pendientes ascendentes. Finalmente, no es aconsejable llevar el pie sobre el pedal constantemente, mejor sobre el reposapiés.
Llevando a cabo estas prácticas se optimiza la conducción y mejora así la conservación del motor y otros componentes del vehículo.