Una conducción suave y relajada es imprescindible para aumentar tu seguridad al volante y evitar averías innecesarias. Aunque cada conductor tiene sus manías y trucos a la hora de conducir, evitar algunos vicios podría alargar la vida de algunos elementos como el embrague. En este artículo te damos algunos consejos para evitar averías que pueden resultar muy caras.
Errores en el uso del embrague
Los pedales de nuestro vehículo son uno de los elementos que más sufre con la conducción y con nuestras malas costumbres. Los cambios bruscos, los acelerones o los frenazos pueden ir deteriorándolos y provocar averías graves que supongan un importante gasto económico. Siguiendo nuestras recomendaciones evitarás que esto se produzca. En concreto te recomendamos:
- Pisar a fondo cuando se cambia de marcha y no soltar el pedal bruscamente. Cuando no pisas a fondo el embrague en el cambio de velocidad, se producen fricciones que van desgastando el embrague. Estas fricciones se manifiestan con un pequeño ruido con el que nos percatamos inmediatamente. Otro error que debemos evitar es soltar inmediatamente el embrague tras el cambio. Esta acción también provoca fricciones en el pedal que pueden producir averías. Lo mejor es ir soltándolo poco a poco, siempre con movimientos suaves y paulatinos.
- No dejar el pie apoyado en el pedal. Muchos conductores cometen este error por inercia, dejando siempre el pie sobre el pedal aunque no lo utilicen. Ten en cuenta que esto puede ir deteriorando el pedal poco a poco. Lo mejor es colocar el pie en el espacio pegado al pedal, destinado para esta función.
- Usa el punto muerto. Si vas a tener que estar parado un buen rato, en un semáforo o atasco, te recomendamos poner el coche en punto muerto. De esta forma evitarás tener pisado el pedal de embrague durante mucho tiempo, acción que puede calentarlo y provocar fallos o averías. La mayoría de coches modernos se apagan automáticamente en estas situaciones pero si el tuyo aún no dispone de esta tecnología, recuerda utilizar el punto muerto.
- Controlar el punto de embrague de tu vehículo. Sabemos que es difícil, sobre todo en coches antiguos a gasolina o si eres un conductor novato. A todos nos ha costado dominar nuestro vehículo pero ten en cuenta que es fundamental tener un control total sobre el pedal del embrague y una buena coordinación en el cambio de pedales. De este modo evitarás que se te cale el coche y no tendrás ningún problema en situaciones complicadas como cuestas empinadas o aparcamientos difíciles.
Las averías y fallos en nuestro vehículo son impredecibles pero siguiendo algunas de nuestras recomendaciones podrás evitar algunas de las más frecuentes.