En los próximos meses el coche se volverá el medio de transporte más utilizado debido al miedo de contagiarse por Coronavirus. Si estás utilizando un coche durante la pandemia, es recomendable que lo conduzcas siempre con guantes y que desinfectes con frecuencia el interior del mismo. Por eso, te explicaremos cómo desinfectar tu coche adecuadamente para evitar posibles contagios.
Es aconsejable realizar una limpieza previa
Debes tener en cuenta si tu coche necesita una limpieza previa a la desinfección del mismo. La razón principal es que muchos desinfectantes no poseen limpiador, así que, a no ser que mantengas tu coche limpio habitualmente, es recomendable higienizar su interior antes de desinfectarlo. Hazlo al menos si es la primera vez que desinfectas tu coche.
Cómo desinfectar tu coche
Realiza la desinfección de tu coche siempre con mascarilla y guantes, desechando estos últimos después del proceso. Además, no utilices desinfectante de manos, ya que este producto está fabricado a base de alcohol. Este componente reseca los plásticos y puede alterar su color o, a la larga, deteriorarlos hasta que se agrieten.
Lo primero que debes hacer para desinfectar tu coche es aplicar el producto desinfectante en una bayeta de microfibra. Frota con ella las zonas exteriores del coche que se tocan con más frecuencia, como las manetas o los marcos de las puertas. Deja transcurrir el tiempo que señale el producto que has escogido y si quedan restos, elimínalos con una bayeta seca.
Para las superficies plásticas, de metal, madera o incluso de cristal, como las pantallas multimedia; aplica el producto desinfectante en una bayeta. Con ella debes frotar todas esas superficies. Presta especial atención a los elementos que tocamos habitualmente (volante, manetas, los plásticos de la puerta, el pomo del cambio, el freno de mano, etc).
En superficies textiles este protocolo de desinfección varía ligeramente. Si el producto que usas no afecta a los tejidos, pulverízalo abundantemente sobre la zona (por ejemplo, un asiento) y deja que actúe el tiempo que indica el fabricante, incluso hasta que este mismo se evapore. Si queda algún resto, retíralo con una bayeta seca.