La marca alemana también ha iniciado su campaña de electrificación en un contexto donde todos luchan por reinventarse o morir. En esta apuesta por los coches eléctricos, Volkswagen ha hecho un guiño a uno de sus iconos, el Beetle. Esta adaptación es la muestra de que la compañía no quiere despedirse de un clásico del que ha vendido más de 21 millones de unidades en todo el mundo.
Una adaptación muy vintage
Volkswagen Group Components no ha querido lanzar directamente un modelo moderno y futurista sino que ha intentado reinventar a su clásico vehículo. Esta transformación, realizada con especialistas eClassics, podría ser la solución para que los modelos viejos puedan cumplir con la nueva normativa actual de emisiones sin tener que dejar de circular.
El e-Beetle utiliza la plataforma del Volkswagen e-Up, el primer eléctrico que la compañía fabricaba antes de la nueva plataforma MEB, creada para ser la espina dorsal de sus coches eléctricos. Pero, en este caso, es una adaptación de un coche fabricado para no tener este tipo de propulsión.
Cuenta con un motor eléctrico de 82 CV que se sitúa en la parte delantera y tiene una transmisión de una velocidad. El paquete de baterías de 36,8 kWh de capacidad y está colocado en el piso del vehículo. Este sistema le permite una autonomía de 200 km y una carga rápida del 80%. También acelera de 0 a 50 km/h en poco más de 4 segundos, de 0 a 80 km/h en unos 8 segundos y alcanza una velocidad máxima de 150 km/h.
¿Dónde podemos conseguirlo?
El nuevo e-Beetle no está a la venta pero se abre la puerta a que muchos propietarios puedan recurrir a su electrificación para adaptarlo a los tiempos con un estilo vintage.