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Redacción
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La Administración recaudó, en 2018, 513 millones de euros por el impuesto de matriculación, que se paga al comprar un coche, un 31,6% más que el año anterior. Las causas de esta subida podrían estar en la caída de las ventas de los coches diésel y la nueva noramativa WLTP. Los compradores vuelven a apostar por la gasolina, lo que está aumentando las emisiones de CO2, que siguen en alza en nuestro país. Si estás a punto de comprar un coche nuevo o un coche seminuevo aquí te contamos algunos detalles para que lo pienses con calma.
Orígenes del crecimiento
El auge de los coches con motor a gasolina ha provocado un aumento de las emisiones y de los impuestos a los que están sujetos estos vehículos. El nivel mínimo de emisiones a partir del que hay que tributar es de 120 gramos por kilómetro.
Otra causa de este aumento la encontramos en el cambio establecido por la Comisión Europea en el protocolo de emisiones. Desde el pasado septiembre se está aplicando el WLTP, que consiste en un nuevo método para medir las emisiones de los vehículos, de forma más realista. Con esta normativa se han incrementado en un 5% las emisiones homologadas de los vehículos de nueva fabricación. Hasta hace dos años, solo uno de cada cuatro coches pagaba el impuesto, pero con este nuevo método más coches tienen que abonarlo. No es que ahora contaminen más los coches, es que la medición es más precisa y real y más coches tienen que pagar el impuesto.
Por otro lado, hay que apuntar que el gobierno impuso una moratoria de 2 años para aplicar totalmente el WLTP, ya que podrían aumentar en un 20% las emisiones homologadas y se dispararía el gravamen aplicado.
El mundo del automóvil está inmerso en una auténtica revolución que acabará explotando cuando las nuevas normativas se establezcan. Aunque las alternativas a los combustibles fósiles, los coches híbridos y los eléctricos están aumentando en ventas, todavía queda un largo trecho por recorrer. Te aconsejamos que a la hora de comprar un coche nuevo o un coche seminuevo apuestes por estas opciones. Además de reducir las emisiones, evitarás pagar el impuesto de matriculación y si cuentas con una etiqueta ECO, podrás circular por todas las zonas delimitadas.
