Como su propio nombre indica, esta pieza controla la temperatura del líquido refrigerante del motor e informa al usuario de las variaciones en la misma. Su principal función es evitar el sobrecalentamiento del motor y todas las averías relacionadas con ello. Si tienes un coche de segunda mano deberías estar más atento porque es recomendable cambiarlo con frecuencia. Aquí te contamos algunas de sus especificaciones.
Funcionamiento del sensor del refrigerante del motor
Este sensor comprueba la temperatura del líquido refrigerante, encargado de absorber el calor del motor y que funcione correctamente. Funciona como un termistor, disminuyendo su resistencia interna cuando aumenta la temperatura y viceversa. Esta pieza va registrando la temperatura y en función de ella se va adaptando la inyección de nuestro vehículo.
Cuando el líquido refrigerante está a temperatura muy baja, gracias a este sensor el sistema utiliza mayor combustible en la mezcla. Es diferente la mezcla de combustible y aire en frío que en caliente. Cuando llevamos un rato conduciendo la temperatura va subiendo y nuestro sensor permite que se utilice menos combustible y que se vaya adaptando la mezcla. Como podéis comprobar su función es básica para evitar recalentamientos y averías.
¿Cómo sabes si hay que cambiar el sensor?
Para saber si nuestro sensor está defectuoso o averiado existen algunos síntomas que podemos ver con facilidad. La primera pista es la aguja de temperatura del motor, en el cuadro de nuestro coche. Si esta indica una temperatura alta con el motor frío o al contrario, debemos de echarle un vistazo. En este caso el origen podría ser que a nuestro sensor no le llega tensión y podríamos comprobarlo con un voltímetro. El voltaje ideal estaría entre los 3V en frío y los 0,5V en caliente.
Otros síntomas de avería podrían ser: un ralentí inestable, que el consumo de nuestro coche aumenta sorprendentemente sin cambiar los hábitos de conducción o que tenemos problemas para arrancar.
Aunque parezca extraño, este sensor está expuesto a muchos agentes y es normal que sufra averías con el paso de los años y que sea necesario cambiarlo. Para su sustitución basta con saber donde está localizado en tu coche, desconectarlo y cambiarlo por uno nuevo. Nosotros te recomendamos que acudas a un profesional para asegurarte de que todo está correctamente colocado y que funciona perfectamente.
Aquí te hemos contado algunos detalles sobre el sensor de temperatura de tu motor que igual no conocías. Recuerda realizar revisiones periódicas y acudir a tu taller de confianza si notas algo raro en tu vehículo, sobre todo si se trata de un coche de km 0 o bien un vehículo de ocasión.
Una reparación a tiempo del sensor del refrigerante del motor puede evitar una avería mayor y más costosa o peores consecuencias.