Con el paso del tiempo los españoles hemos comenzado a apreciar el equipamiento y los diferentes accesorios de los que pueden disponer los vehículos, customizando y personalizando nuestros coches en función de cuestiones personales. Sin embargo, la matrícula, a pesar de contener información esencial de identificación, nunca ha sido un elemento al que le diésemos mucha importancia. ¿Serán las nuevas matrículas digitales el golpe de efecto para marcar la diferencia?
En Estados Unidos hace años que se preocupan de la personalización de sus placas identificativas y ahora están llegando mucho más lejos con la propagación de la matrícula digital, que ya se puede ver desde principios de año en el Estado de California. Estas placas digitales funcionan con tinta electrónica, como la que usan los libros electrónicos, y contienen un chip con datos móviles para estar siempre conectadas. Además, cuenta con una batería que se recarga automáticamente. Cada placa puede ser personalizada por el dueño del vehículo, lo que permite escribir todo tipo de mensajes, pero sólo se podrán ver cuando el coche esté parado.
Pros y contras
Entre las ventajas de las matrículas digitales se encuentra la posibilidad de hacer el registro del vehículo por Internet y de añadir un localizador para conocer la ubicación exacta del vehículo, con la opción a mandar un mensaje de emergencia a la policía en caso de robo.
Entre los inconvenientes: su precio, cada panel comercializado por la empresa estadounidense Reviver Auto cuesta 699 dólares y además el usuario tendrá que pagar alrededor de seis euros al mes por el uso de los datos móviles. Por otro lado, ya ha comenzado la polémica por la posibilidad de que atente contra la privacidad de sus usuarios, ya que la matrícula está conectada en todo momento a Internet y recopila datos de todos los movimientos del vehículo.
RPlate Pro
Bajo el nombre RPlate Pro, esta placa digital ya se puede ver por las carreteras de diferentes ciudades estadounidenses como Sacramento, en la que están desarrollando un programa piloto. Muchas marcas publicitarias buscarán su filón en este campo, pagando a los dueños de los vehículos por hacer publicidad de sus marcas.
Sólo el tiempo dirá si en España los conductores también caerán a la moda de las matrículas digitales, pues aunque parece algo lejano y un terreno desconocido para nosotros ¡a tendencias mucho más extrañas hemos sucumbido!