A partir del 1 de noviembre de 2018 vender neumáticos con clasificación “F” y “E” en sus etiquetas de eficiencia energética está prohibido en toda Europa.
Al igual que electrodomésticos y aparatos eléctricos, los neumáticos cuentan desde 2012 con un etiquetado que refleja seis categorías de eficiencia energética. Esta etiqueta permite una clasificación desde la letra “F” o de menor eficiencia, hasta la “A”, que indica gran calidad y prestaciones. Pues bien, a partir del 1 de noviembre de 2018 queda prohibido vender las dos categorías más bajas para turismos y camionetas. En concreto la clase “F” en resistencia a la rodadura y aquellos de clase “E” de camioneta con un coeficiente de resistencia a la rodadura mayor a 9 en toda la UE.
La prohibición basada en el reglamento CE nº 661/2009 sobre los requisitos de homologación referentes a la seguridad general de los vehículos de motor, pretende implicar al consumidor en la compra responsable del neumático y mejorar la calidad del aire que respiramos.
Pero los beneficios de esta medida no se quedan en la mejora de la eficiencia energética, la responsabilidad medioambiental, la reducción del ruido o la mejora de la calidad de vida, sino que afectan a tu bolsillo. Y es que entre las categorías “F”, “E” y la “A” existe un ahorro de combustible de hasta 200 euros por año, lo que puede conllevar hasta un 20% de ahorro a la hora de llenar el depósito. La razón es sencilla, a menos resistencia, menor consumo además claro, de menor mantenimiento y mayor durabilidad.
¿Y si tengo neumáticos “F” y “E” en mi vehículo?
No pasa nada, la medida únicamente afecta a la venta, no al uso. El objetivo es que desaparezcan a medio largo plazo de las carreteras europeas por reposición natural, desgaste, pinchazo, etc. Pero si has comprado tus neumáticos antes del 1 de noviembre puedes circular con ellos libremente, ahora sí, si buscas recambios es importante que conozcas esta medida.
Esta medida, no es nueva
En noviembre de 2014 el Parlamento y el Consejo Europeo ya determinaron la prohibición de comercializar los neumáticos de clase “G” en eficiencia energética y “F” en seguridad. Por lo que no es de extrañar, que cuatro años después se amplíe la prohibición de la venta a las categorías inmediatamente inferiores.
Si el objetivo son los “neumáticos ecológicos”, es solo cuestión de tiempo que se extienda esta medida. Puede que conlleve un pequeño aumento en la inversión inicial, pero desde luego ¡es una compra que se amortiza sola!