Los frenos son un componente esencial de un coche y sin embargo la mayoría de conductores reconoce que no sabe cómo detectar si están o no averiados. Gran parte de nuestra seguridad al volante depende de esas piezas que componen el sistema de frenado y conocerlas y revisarlas en el momento adecuado puede evitarnos muchos disgustos.
De acuerdo con un informe de la empresa Road House tan solo el 13,5 por ciento de los conductores es capaz de detectar si sus frenos están en mal estado, además, un 85 por ciento de los automovilistas encuestados deja la revisión de pastillas y discos de freno exclusivamente a los profesionales y por lo tanto no comprueban ellos mismos su estado.
Casi un 90 por ciento de los participantes saben que deben revisar periódicamente sus frenos y que son un componente esencial para su seguridad, sin embargo, solo un 65,4 por ciento es conocedor de que la comprobación de los frenos debe ser específica y no está asociada a la revisión general del coche.
En general, los conductores nos asustamos cuando nuestros frenos chirrían o cuando aumenta la distancia de frenado del vehículo, sin embargo, lo más recomendable es que los revisemos sí o sí cada 10.000 kilómetros y que sustituyamos las pastillas cuando se encuentren en tres milímetros o menos.
Para ayudarte a detectar fallos en tus frenos te contamos algunos de los síntomas que puedes notar en un coche con problemas de este tipo:
- Un pedal de freno excesivamente duro
- Vibración al pisar el pedal
- Imposibilidad de mantener el vehículo frenado
- Pérdida de eficacia cuando frenamos repetidamente
- Los ya conocidos chirridos
No te la juegues con tu seguridad, si aprecias estos problemas o si has realizado los kilómetros previstos pide cita en tu taller para una revisión específica de frenos ¡viaja seguro!