Todos hemos hecho algún viaje donde el protagonista fue el calor más absoluto. Los de cierta edad recordamos esos traslados a la playa o al pueblo en coches sin aire acondicionado y con, probablemente, exceso de calor humano. Hoy en día prácticamente todos los automóviles llevan aire acondicionado o algunas de sus variantes, sin embargo se ha instalado en el imaginario colectivo que puede ser malo para la salud o gastar demasiado. Te contamos algunos trucos para que esto no pase y tengas el mejor viaje posible a la mejor temperatura.
1. El primer consejo que queremos darte es que durante el invierno lo enciendas también de vez en cuando, no hace falta que sea mucho tiempo, unos segundos, pero así evitarás que los conductos se resequen demasiado.
2. No te pases con la temperatura. Mucha gente no tiene control poniendo el aire y el coche acaba pareciendo un iglú. A parte de gastar el doble, eso provoca cambios bruscos de temperatura y los famosos resfriados de verano. Los expertos recomiendan ponerlo a unos 21 o 22 grados centígrados (igual que la calefacción en invierno).
3. Cuando aparques el vehículo fuera de un garaje procura hacerlo a la sombra. Además cuando llegues al coche circula unos metros con las ventanillas bajadas para que el aire se renueve y el coche tarde menos en enfriar cuando conectes el aire.
4. Pese a todos los mitos que hay sobre lo que consume el aire acondicionado, los expertos afirman que por carretera siempre se ahorra más al usarlo que yendo con la ventanilla bajada.
Así pues, recuerda, el consumo siempre irá ligado al trabajo que conlleve enfriar el aire, cuanto más caliente esté el coche o más bajo pongas la temperatura, más consumirá, por eso sigue nuestros consejos y conseguirás ahorrar combustible. Así siempre podrás comprarte un helado al llegar a tu destino.