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Todos hemos oído alguna vez eso de “este coche suena raro” o incluso lo hemos dicho, y es que el sonido de nuestro motor es uno de los indicadores de que algo puede estar pasándole a nuestro automóvil. Escucha atentamente y, ante la duda, llévalo a tu taller de confianza antes de que vaya a más. Eso sí, cuanto mejor puedas describir a tu mecánico el ruido que hace, mucho mejor. Por eso te describimos algunos de los ruidos más comunes que pueden indicar algún tipo de fallo, para que lo puedas llevar cuanto antes a arreglar. Seguro que tu bolsillo te lo agradece.

Si al arrancar el coche suena como si este girara a cámara lenta es muy posible que la batería se esté agotando. La situación es más probable si nunca (o hace mucho que) la hemos cambiado, si es invierno o si hace mucho que no encendemos el coche. Prueba a recargarla y si persiste, vete al taller.

Si el ralentí no suena regular pueden ser los filtros del aire o del gasóleo. También conviene echar un vistazo para asegurarse de que no hay obstrucciones. En este caso no tienes solo que fiarte del oído, ya que en el cuadro se mostrarán las revoluciones y si son irregulares lo veremos.

Si justo después de arrancar, y con el motor todavía frío, se escucha un ruido como tik, tik, probablemente haya que ajustar la holgura de las válvulas.

Si cuando vas conduciendo oyes un sonido estridente en la parte del motor (suele ser bastante molesto) es posible que haya que cambiar alguna correa de distribución o de servicio porque esté patinando sobre las poleas del motor. En ocasiones les pasa simplemente por la humedad o los cambios de temperatura.

Si al pisar el freno se oye un crujido o rozamiento, este es uno de los peligrosos, probablemente hay que cambiar las pastillas de freno. El sonido se produce porque el ferodo de la pastilla al acabarse empieza a rozar el hierro con el disco de freno.

Si tienes un coche turbo y oyes un silbido, puede que tengas alguna fuga en el sistema de sobrealimentación, así que te tocará pasar por el taller para hacer un diagnóstico.

Si oyes ruidos estilo “clonk”, sobre todo al tomar curvas sin mucha velocidad, pueden ser varias cosas y algunas bastante importantes, como la suspensión o incluso la dirección, así que acude al taller. Suele ser por circular por carreteras con baches o tomar con demasiada velocidad los resaltos.
Así que ya sabes escucha a tu coche y él te dirá lo que le pasa.