Estamos cansados de oír que la movilidad eléctrica es el futuro, y, sin embargo, no es lo que vemos cuando salimos a la calle. En la actualidad la oferta de eléctricos de las marcas de coches es variada y los precios ya no son desorbitados y, sin embargo, cuando viajamos por nuestras carreteras todavía nos asombra ver coches completamente eléctricos ¿por qué son menos habituales en España que en otros países?
Según un estudio de Deloitte, en 2015 en España teníamos unos 6.500 coches eléctricos y tan solo se compraron un 0,2% de coches de este tipo, muy lejos de países como Noruega o Países Bajos, en los que un 23% y un 10%, respectivamente, de los coches adquiridos fueron eléctricos. El porqué de estas inmensas diferencias lo encontramos en tres factores fundamentales:
- El coste. En España existen ayudas para la compra de eléctricos, pero solo los hacen un 3% más baratos que un coche convencional, en Noruega comprar un eléctrico es un 27% más barato que un coche de combustión, gracias a las ayudas gubernamentales.
- Los puntos de recarga. Probablemente has visto algún punto de recarga en la calle, sin embargo, en todo el país solo existen 1.700, quizás insuficiente para que los usuarios se sientan seguros para pasarse a este tipo de movilidad.
- Inversión. El punto final, muy relacionado con los anteriores es la inversión, para promover los coches eléctricos el gobierno puede incentivarlos, hasta que lo interioricemos como una alternativa válida. A su vez, la colocación de más puntos de recarga nos ayudaría a decidirnos por este tipo de movilidad, sin embargo, esto supone grandes gastos de inversión y mantenimiento y por el momento no hay empresas privadas dispuestas a asumirlo. La piedra se encuentra por lo tanto en el tejado de las Administraciones Públicas.
¿Será habitual en el futuro ver coches eléctricos? ¿te animarías a comprar uno?