Casi 60 periodistas especializados en motor eligieron en el Salón de Ginebra de este año al Peugeot 3008 como mejor coche del año en Europa. El galardón le fue otorgado por 319 puntos, quedando por delante del Alfa Romeo Giulia (296 puntos) y del Mercedes Clase E (197).
No le faltan motivos a este todocamino para el premio, entre otras muchas razones, por su equipamiento en el que destaca el espectacular Peugeot i-Cockpit de última generación, ahora más intuitivo. El head-up display de 12,3″ y la pantalla central táctil capacitiva con mandos ergonómicos inspirados en teclas de piano. Todo pensado para mejorar la conectividad.
Además, viene con una amplia gama de motores, dos de gasolina como el 1.2 PureTech con 97 kW (130 CV) y 3 cilindros y el 1.6 con 123 kW (165 CV), los dos con cambio automático de 6 marchas. Los otros cuatros son diésel, los 1.6 BlueHDI con 75 y 89 kW (100 y 120 CV) junto a los 2.0 BlueHDI con 112 y 134 kW (150 y 180 CV), solo este último con cambio automático.
Todos ellos vienen con tracción delantera y algunas versiones se pueden equipar con el Advanced Grip Control, este sistema actúa sobre la tracción y aporta un extra de motricidad en ciertas superficies especialmente deslizantes o peligrosas, lo que le otorga una mayor seguridad (al fin y al cabo es un SUV). Los cinco modos de funcionamiento son el normal, nieve, barro, arena y Esp Off. Además de incluir un control de descenso en pendientes.
Todo ello enmarcado en un diseño elegante e innovador que contribuye a darle un aire moderno y sofisticado y que lo convierte en el quinto Peugeot de la historia en alzarse con el galardón de mejor coche del año, siguiendo los pasos de automóviles míticos de la marca como el Peugeot 405 o, más recientemente, el 308.