El nuevo Opel Grandland X todavía no ha salido a la venta pero ya sabemos muchas cosas de él, como que dispondrá de algunos de los más modernos sistemas de ayuda a la conducción que hay en el mercado. Por ejemplo sabemos que contará con el sistema de Alerta de colisión delantera que consiste en que el vehículo escanea la zona por donde va a pasar y en caso de que haya algún obstáculo (ya sea peatón, porque cuenta con el sistema de detección de peatones, u otro coche) avisa mediante un sistema de alarma. A este se le añade el sistema de frenado de emergencia automático que es la consecuencia directa del primero. Si la alarma no surte efecto y el conductor, bien porque no quiera o bien porque no pueda, no detiene el vehículo, este procederá a frenar de manera automática.
Otro de los sistemas de los que dispondrá el usuario es el de Asistencia Avanzada de Aparcamiento que, como su nombre indica, nos ayuda en una de las grandes asignaturas pendientes para muchos, el aparcamiento. Los hace gracias a su cámara de visión de 360 grados, que es la misma que se utiliza en los sistemas que comentábamos un poco más arriba de detección de obstáculos en marcha. Además cuenta con el control de crucero automático con función de parada.
Pero si hay algo por lo que el Opel Grandland X viene altamente reconocido en seguridad es por integrar uno de los sistemas más innovadores del mercado, el denominado “Detector de Fatiga”. El coche analiza los gestos del conductor, su forma de conducir y lo compara con lo que tiene almacenado en su memoria, así puede darse cuenta de que está reaccionando tarde, demasiado lento o que sus gestos son de cansancio, cierra los ojos más de lo normal o durante más tiempo que un simple parpadeo y lo avisará de que debe parar y descansar. Esto puede llegar a evitar una de cada cuatro muertes que hay en carretera, por lo que se convierten en tecnologías que, literalmente, pueden salvarnos la vida.