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¿Alguna vez has escuchado hablar del triángulo de seguridad? Quizás muchas personas lo puedan confundir con los triángulos de emergencia, pero en este caso hablamos de los componentes de nuestros coches de ocasión que más influyen en nuestra conducción: los amortiguadores, los frenos y los neumáticos ¿te apetece saber cómo vigilar estos elementos?

Los amortiguadores son fundamentales en cualquier coche, pero normalmente no les prestamos la atención que deberíamos. La amortiguación controla los movimientos verticales absorbiendo las vibraciones y permitiendo que el coche se mantenga estable. Lo ideal sería revisarlos cada 20.000 kilómetros para así conocer siempre su estado, porque el desgaste que se produce es gradual y a veces difícil de percibir. La falta de control sobre el estado de los amortiguadores puede hacer que la detención del coche se incremente en dos metros a una velocidad de 45 km/h.

Los frenos deben encontrarse siempre en perfectas condiciones para no llevarnos ningún susto. Una mala conservación hará que nuestro coche tarde más en detenerse por completo. Revisar frecuentemente el estado de los frenos y su desgaste es fundamental para un buen funcionamiento, tanto pastillas como discos de freno tienen que integrarse siempre a la perfección.

El último componente del triángulo de seguridad son los neumáticos. Son la pieza fundamental en un coche y el que lo une a la superficie sobre la que nos desplazamos. El desgaste de los neumáticos debemos controlarlo continuamente para así no tener ningún percance. Además de comprobar que la banda de rodadura se mantenga en los niveles legales para poder conducir, debemos revisar la presión de los neumáticos para que la estabilidad de nuestro coche sea siempre la mejor y podamos, de paso, ahorrar combustible.

Ya conoces que es el triángulo de seguridad, pero, ¿revisas frecuentemente el estado de estos componentes de tu coche?