Todos sabemos la teoría acerca de mezclar conducción con bebidas alcohólicas, sin embargo, las estadísticas no dejan de mostrarnos que ponerla en práctica es una cosa muy distinta. Los accidentes y atropellos provocados por conductores ebrios no dejan de aumentar y las autoridades son conscientes de la importancia de tomar medidas. Hoy os contamos las soluciones más curiosas que se están desarrollando.
A la cabeza de la originalidad está América, Estados Unidos ha desarrollado un sistema de diferenciación de matrículas que sirve para identificar a los conductores que han cometido infracciones relacionadas con el alcohol. Así, esta medida, ya vigente en Ohio, Minnesota y Georgia, identifica a estos conductores mediante un color distinto en su placa o añadiéndole determinadas letras. El principal objetivo es que la policía priorice el control a estos vehículos por si existiese reincidencia.
Por ejemplo, en Georgia los conductores que hayan sido pillados borrachos al volante llevarán matrículas amarillo chillón y serán fácilmente identificables. En este estado se toman muy en serio este tipo de incidencias, conducir ebrio está penado con hasta 10 años de retirada de carnet, en muchas ocasiones también con cárcel y las compañías de seguros penalizan un control de alcoholemia positivo con un incremento de la cuota anual de 1000$.
Otra de las medidas más curiosas para combatir este problema se desarrolló es San Petesburgo, se trata de un radar láser que mide el alcohol en ambiente dentro del vehículo, si supera los límites permitidos saca una foto. De todas formas sigue siendo necesario el alcoholímetro, porque el alcohol puede proceder de algún acompañante. Esta tecnología todavía se está desarrollando.
El alcohol dificulta la percepción de la realidad, disminuye tus reflejos y a veces incluso genera una irreal sensación de seguridad y control, con esto, las posibilidades de sufrir un accidente se multiplican y no olvides que en la carretera no estás solo ¡Si bebes no conduzcas!