La conducción en invierno es más peligrosa. Estadísticamente los accidentes más fatales ocurren durante los meses de frío y es que llueve, nieva, hace frío, lo que genera un marco peligroso , en el que se hace realmente difícil conducir correctamente y sin riesgos.
Entre los puntos importantes a tener en cuenta para la seguridad de todos los integrantes del vehículo está disponer de buenos neumáticos, ya que con ello el coche podrá aplicar la máxima fuerza posible para avanzar, frenar o cambiar de dirección.
Pero para que funcionen correctamente los neumáticos, entran en juego otros elementos también muy importantes y que se encuentran ligados a las ruedas. Estos elementos son los sistemas de tracción, dirección y frenado y es indispensable que funcionen adecuadamente para que la estabilidad del coche sea totalmente segura. Que el vehículo esté equipado con control de seguridad es algo obligatorio desde el pasado 1 de noviembre de 2014, ¿cómo sabes si tu coche dispone de este sistema? Es muy fácil: su testigo amarillo, un coche con dos huellas sinuosas o una flecha circular con un triángulo de peligro dentro que se ilumina brevemente cuando el coche arranca.
Pero ¿por qué sería importante contar con unos buenos neumáticos en invierno para conducir seguros?
– Si viajas a zonas en las que haya presencia de hielo y nieve, comprobarás que conducir se hace especialmente peligroso y el control del vehículo es complicado. En estos casos el ESP es capaz de limitar las consecuencias de los errores cometidos al acelerar y frenar.
– A veces para avanzar la fuerza del coche es insuficiente y las ruedas giran y giran sin éxito. ¿La solución? Sistema de tracción a las cuatro ruedas 4×4 con control de estabilidad .