Nunca sabes cuándo puede surgir un problema como la perdida de aceite en tu coche, por eso hoy te queremos informar de cómo debes actuar y las posibles causas de esa pérdida. ¿Tienes papel para apuntar?
Lo primero que debes hacer, aunque parezca obvio, es asegurarte de que se trata de una pérdida de aceite, ya que en ocasiones podemos confundirnos con la fuga de algún otro líquido de nuestro coche. Para estar seguros debemos fijarnos en su olor, pero sobre todo en su densidad viscosa, que es uno de los elementos más importantes para diferenciar el aceite.
Si ya sabemos que se trata de una fuga de aceite debemos comprobar el nivel que nos queda en el coche, para así saber si podemos acudir nosotros mismo al taller, o si debemos llamar a la grúa, en el caso de que el nivel sea bajo.
Si has tenido la mala suerte de descubrir que lo que apareció en el suelo era aceite te diremos algunos de los posibles motivos. El peor de los casos con el que te puedes encontrar es el problema venga de la junta de culata, es la encargada de separar refrigerante y aceite y puede dar un importante dolor de cabeza.
Otra de las posibilidades es que la avería se encuentre en el turbo, que con el tiempo y las malas prácticas puede comenzar a perder aceite por sus retenes. Finalmente, existen otros dos motivos que pueden darnos un buen susto pero que no son tan problemáticos, como es la aparición de holgura en las juntas o problemas con el tornillo del cárter. En ambos casos la reparación no será muy costosa y en poco tiempo podremos seguir disfrutando de nuestro coche.
La pérdida de aceite puede significar un problema muy grave, por eso detectarla a tiempo es fundamental. Si quieres evitar sustos lo mejor es que revises periódicamente tu coche en tu taller de confianza y así podrás conducir sin preocupaciones.